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Cultura

‘Hala Madrid, Visca Barça’ en el Festival de Tánger

La rivalidad entre los simpatizantes de los equipos de fútbol del Real Madrid y el FC Barcelona siempre ha ocupado la opinión pública y discusiones de los marroquíes sobre todo en el clásico, taklidi en Marruecos.

Ahora aparece gracias a la última película de Abdelilá El Jouhari, ‘Hala Madrid, Visca Barça’, rodada en 2017 y que se encuentra actualmente en las salas de cine marroquíes y ha podido verse en el reciente clausurado Festival Nacional del Filme de Tánger.

El director marroquí ha optado por abordar un tema cercano a los marroquíes para hablar sobre la influencia del dinero, el poder y la religión en la población. La historia tiene lugar en un pueblo de la región de Marrakech, se rodó en Tamselhot, una antigua alcazaba abandonada en la citada región.

Un cacique local influyente es un fanático del Real Madrid e impone a los habitantes su amor por el equipo blanco y sus jugadores y prohíbe a cualquier otro que sea partidario de otro equipo de fútbol. Esta situación cambiará cuando un joven contestatario, partidario del Barça, llegue de España. Cada uno de los dos hombres intentará reunir la mayor cantidad posible de personas a su causa futbolística. Sin embargo, sus fines son otros que el amor al fútbol.

En realidad la película de 95 minutos aborda "el poder, el dinero y  la religión cuando se usan para manipular a las gentes", así cada uno usa partidarios por razones políticas o religiosas. Aborda así varios problemas sociales: fútbol, ​​religión, poder, dinero, drogas .

La comedia arroja luz sobre el Marruecos moderno. En esta película producida por Chaoui Production, el cineasta recurrió a un grupo de figuras del cine marroquí como Houda Sidki, Abdelhak Belmejahed, Saidia Azgoun, Abdelilah Rachid, Mohammed Hmimsa, Abdelatif Chagra, Omar Azouzi, Latifa Ahrare y Abir El Guaroui.

Esta es la sexta película de Abdelilá El Jouhari, una de sus cintas ‘Grito del alma’ (‘Walwalat al rouh’) fue premiada en la 34 edición del festival de Cine Mediterráneo de Alejandría, en Egipto.

Texto: Jesús Cabaleiro