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Economía

El Tren de Alta Velocidad de Marruecos se llamará Al Buraq

El Tren de Alta Velocidad (TGV, siglas en francés) marroquí que unirá Casablanca con Tánger a finales del presente año recibirá el nombre de Al Buraq (árabe: البراق, literalmente rayo, caballo alado que aparece en la tradición islámica, en el Corán).

La Oficina Nacional de Ferrocarriles (ONCF) informó que se trata de un nombre "brillante y que simboliza la modernidad, el progreso y la innovación".

Entran también en funcionamiento las nuevas estaciones ferroviarias para el TGV de Tánger, Kenitra, Rabat-Agdal y Casablanca-pasajeros.

El proyecto de TGV, iniciado en 2011, lleva un retraso de casi tres años ya que estaba previsto entrara en funcionamiento en 2015 e incluso con las nuevas previsiones mantiene un retraso ya que se anunció a primeros de 2018.

Los trenes TGV contarán  con una capacidad para 533 personas, divididos en siete coches de viajeros (dos de primera clase, el resto de segunda), más un coche restaurante y dos cabezas tractoras. El TGV de Marruecos se basa en el modelo que circula en Francia desde 1996, pero en este caso se ha adaptado a las condiciones del país africano.

Se prevé que la distancia Casablanca-Tánger se haga en 2 horas y 15 minutos frente a las cinco horas actuales. Ya se han realizado pruebas en el tramo Larache-Kenitra con una velocidad de unos 300 kilómetros.

El pedido de los TGV de Marruecos al fabricante francés se formalizó en diciembre de 2010, cuando la operadora marroquí firmó un contrato por 12 unidades con un valor cercano a los 400 millones de euros. 

En cuanto a la financiación de este ambicioso proyecto, tiene una inversión global de 20.000 millones de dírhams (1.800 millones de euros), con una participación de Francia por valor de 50%, países del Golfo un 25% mientras que el 25% restante es financiado por la Fundación Hassan II y el presupuesto del estado anual previsto al respecto.

Respecto al taller de mantenimiento del TGV se inauguró en 2015 y tiene capacidad para 30 trenes con un terreno de 14 hectáreas.

Texto: Jesús Cabaleiro