Diario Calle de Agua

España - Marruecos

Sociedad

Inicio de las obras de rehabilitación de la histórica Plaza de Toros de Tánger

Se han iniciado en Tánger de forma efectiva los primeros trabajos del proyecto de rehabilitación de la Plaza de Toros, ‘Blasa Toro’, como la conocen los tangerinos, que tiene como objetivo devolver la vida a este antiguo e histórico monumento de origen español.

Los trabajadores de la empresa encargada de la ejecución del proyecto comenzaron a dar los primeros pasos en el proceso de rehabilitación integral, tras largos años de abandono.

Una valla exterior ya informa de las obras aunque como en el caso del teatro Cervantes solo figura en árabe y francés, ignorando el español, cuya huella en ambos casos es más que evidente.

El proyecto de rehabilitación, con un valor económico de 50 millones de dírhams (4,66 millones de euros), es objeto de un acuerdo de colaboración entre la wilaya de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas, el Consejo Regional, la Agencia para la Promoción y el Desarrollo de las Provincias del Norte y la cámara urbana (Ayuntamiento) de Tánger, con el objetivo de restaurar y desarrollar el patrimonio colectivo de Tánger.

El coso taurino se transformará en un espacio de dinamización económica, cultural y artística, con un mirador al aire libre dedicado a revivir una variedad de artes, con una capacidad de 7.000 asientos, además de una sala de exposiciones, restaurantes, tiendas culturales y otras instalaciones, además de un escenario al aire libre.

La Plaza de Toros estará rodeada por un espacio público compuesto por aparcamientos, equipamiento urbano, fuente, plaza pública con capacidad para 120 personas y un espacio expositivo al aire libre.

Este diseño contribuirá a restaurar la estética de la ‘Blasa Toro’ y a valorizar este hito histórico para convertirlo en un instrumento para el desarrollo social, económico y cultural de la ciudad del Estrecho.

La plaza de toros de Tánger fue clasificada por el Gobierno marroquí como monumento histórico nacional en 2016 por una decisión oficial del Ministerio de Cultura.

Historia

La plaza de Tánger, construida en la carretera de Tánger a Tetuán, fue un proyecto de la empresa española Ingeniería y Construcción SA, concebido por dos empresarios Jalid Raisuni y José Beneish, además del ingeniero Francisco Rodrigálvarez López.

La primera piedra se colocó el 24 de febrero de 1949, en la época del Tánger internacional (1923-1956) con representación entonces del Consulado de España y de la administración internacional que gobernaba Tánger, y fue bendecida por el padre franciscano Buenaventura Díaz (1885-1949) poco antes de su muerte.

Tenía una capacidad para 13.013 localidades y disponía además de cuadras de caballos, corrales, almacenes, toriles, quirófano, enfermería, capilla, baño, sala de toreros y una vivienda para el conserje. Entre los accionistas principales figuraban Moulay Ahmed Rissouni, ‘caïd’ (gobernador) de Larache. 

Su inauguración,  tuvo lugar el 27 de agosto de 1950 con un cartel de excelentes maestros del arte taurino, como Agustín Parra 'Parrita', José María Martorell Navas, Manuel Calero Cantero ‘Calerito’ y con toros de la ganadería de Fermín Bohórquez. 

Era un domingo de agosto, un día inolvidable, toda la ciudad estaba paralizada, kilómetros de atascos de tráfico que se dirigían a la plaza, vendedores, periodistas, espectadores y curiosos, todos estaban allí.  Asistieron espectadores de todas las ciudades, de forma que se aumentaron las frecuencias de los trenes, los autobuses y barcos incluso se organizó un vuelo especial entre Gibraltar y Tánger. Se agotaron las entradas, por lo que 11.500 personas se vieron obligadas a asistir a su apertura desde los jardines exteriores. 

Los primeros años vieron el aumento de las corridas, un total de ocho en 1950, doce en 1951 y catorce en 1952.

En la actividad de aquellas tardes taurinas pasaron varios ilustres toreros como Ángel Peralta, Juan Belmonte Fernández, Pepe Luis Vázquez, Luís Miguel Dominguín, Julio Aparicio, Miguel Báez ‘El Litri’, Manuel Benítez ‘El Cordobés’, Antonio Ordóñez y Pepín Martín Vázquez, entre otros. Fueron igualmente numerosos los españoles residentes en Tánger que tentaron a la suerte en el coso tangerino, como Pepito Medina, Luis Álvarez 'El Andaluz' y Jesús Cañizares. 

Algunas de las principales anécdotas, fue ver torear a una mujer, Conchita Cintrón, cuando en España aún estaba prohibida la participación del sexo femenino en el mundo del toreo, el espectáculo infantil del conocido ‘bombero torero’, o que el rey Mohamed V (1909-1961), abuelo del actual monarca Mohamed VI, asistió de incógnito a una corrida. 

La independencia del país en 1956 hizo parar el espectáculo y se cerró hasta el 12 de julio de 1970, cuando nuevos promotores madrileños, los hermanos Lozano, abrieron de nuevo la puertas del coso a las corridas hasta el 4 de octubre del ese mismo año, con la intervención de ‘El Cordobés’ en la última corrida de esta plaza. 

Con el paso de los años, y tras la independencia de Marruecos en 1956, la plaza de toros de Tánger fue decayendo y deteriorándose el inmueble. Los motivos del cierre nunca han sido revelados, pero se comenta que el difunto rey Hassan II (1929-1999) “no soportaba esta carnicería” y por este motivo la arena de Casablanca, construida en los años veinte fue destruida en los años setenta.

Tras dejar su función taurina en 1970, sirvió como sala de espectáculos, ring de boxeo y sala de conciertos, hasta un centro de internamiento de inmigrantes subsaharianos a finales de los ochenta, principios de los noventa del pasado siglo, antes de caer en el abandono.

El coso taurino pasó a propiedad del Ayuntamiento de Tánger, tras serle cedido por un establecimiento bancario, en 2003.

También desapareció la plaza de toros de Alhucemas, ciudad fundada por los españoles como Villa Sanjurjo, y que fue inaugurada en los años cincuenta, como la citada de Casablanca.

Texto: Jesús Cabaleiro