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Sociedad

La histórica plaza de toros de Tánger inicia sus obras de rehabilitación

La rehabilitación de la histórica plaza de toros de Tánger se ha iniciado con diferentes obras de mejora en sus alrededores y fachada por parte de una cuadrilla de trabajadores.

Hay que recordar que el consejo regional Tánger-Tetuán-Alhucemas incluyó en su presupuesto de 2019, un total de 8 millones de dirhams (730.600 euros), para los estudios de rehabilitación de la Plaza de Toros  que fue declarado monumento histórico nacional en 2016 y que es conocida por los tangerinos como ‘plaza toro’ en singular.

El proyecto es convertirla en un espacio cultural y comercial. La restauración del edificio se basa en una concepción realizada por el Ayuntamiento de Tánger en asociación con la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia.

El coso se encuentra actualmente en desuso y fue habilitado en el Ramadán de 2019 para el reparto de comida a familias necesitadas.

Tras dejar su función taurina en 1970 sirvió como sala de espectáculos, centro de detención temporal, ring de boxeo y sala de conciertos, antes de caer en el abandono. El coso taurino pasó a propiedad del Ayuntamiento de Tánger, tras serle cedido por un establecimiento bancario, en 2003.

La plaza de toros de Tánger, construida durante el estatuto internacional de la ciudad, en 1949, fue clasificada por el Gobierno marroquí como monumento histórico nacional en 2016 por una decisión oficial del Ministerio de Cultura.

"Marruecos está llevando a cabo un proceso de reapropiación de su patrimonio", declaró entonces el director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Mohamed Alaui.  El responsable marroquí subrayó que esta nueva decisión implica la imposibilidad de efectuar cualquier cambio en la morfología sin el consentimiento expreso del Ministerio de Cultura, al tratarse de un edificio declarado patrimonio nacional.

Antes, en septiembre de 2005, la Diputación Provincial de Cádiz y el consejo regional Tánger-Tetuán firmaron un acuerdo para llevar a cabo el proyecto de recuperación de la plaza de toros. Su objetivo primordial era convertir el coso en un espacio multiusos en el que se puedan llevar a cabo no sólo corridas de toros, sino conciertos, espectáculos de arte ecuestre, teatro, óperas, motocross, y todo tipo de eventos socioculturales propicios para organizar en este recinto. Finalmente, no se llevó a cabo.

Posteriormente, en mayo de 2012, el entonces presidente del Centro Regional de Turismo de Tánger-Tetuán, Mustafa Boucetta, solicitaba reabrir la plaza de toros de Tánger para celebrar corridas. Añadía que hay empresas españolas ya interesadas y auguró que entre 15 y 20.000 españoles pueden desplazarse a Marruecos a ver los toros. Tampoco se llevó a cabo este proyecto.

Historia

La plaza de Tánger, construida en la carretera de Tánger a Tetuán, fue un proyecto de la empresa española Ingeniería y Construcción SA, concebido por dos empresarios Jalid Raisuni y José Beneish, además del ingeniero Francisco Rodrigálvarez López.

La primera piedra se colocó en febrero de 1949, en la época del Tánger internacional (1923-1956) con representación entonces del Consulado de España y de la administración internacional que gobernaba Tánger, y fue bendecida por el padre franciscano Buenaventura.

Tenía una capacidad para 13.013 localidades y disponía además de cuadras de caballos, corrales, almacenes, toriles, quirófano, enfermería, capilla, baño, sala de toreros y una vivienda para el conserje. Entre los accionistas principales figuraban Moulay Ahmed Rissouni, ‘caïd’ (gobernador) de Larache. 

Su inauguración,  tuvo lugar el 27 de agosto de 1950 con un cartel de excelentes maestros del arte taurino, como Agustín Parra 'Parrita', José María Martorell Navas, Manuel Calero Cantero ‘Calerito’ y con toros de la ganadería de Fermín Bohórquez. 

Era un domingo de agosto, un día inolvidable, toda la ciudad estaba paralizada, kilómetros de atascos de tráfico que se dirigían a la plaza, vendedores, periodistas, espectadores y curiosos, todos estaban allí.  Asistieron espectadores de todas las ciudades, de forma que se aumentaron las frecuencias de los trenes, los autobuses y barcos incluso se organizó un vuelo especial entre Gibraltar y Tánger. Se agotaron las entradas, por lo que 11.500 personas se vieron obligadas a asistir a su apertura desde los jardines de fuera. 

En la actividad de aquellas tardes taurinas pasaron varios ilustres toreros como Ángel Peralta, Juan Belmonte Fernández, Pepe Luis Vázquez, Luís Miguel Dominguín, Julio Aparicio, Miguel Báez ‘El Litri’, Manuel Benítez ‘El Cordobés’, Antonio Ordóñez y Pepín Martín Vázquez, entre otros. Fueron igualmente numerosos los españoles residentes en Tánger que tentaron a la suerte en el coso tangerino, como Pepito Medina, Luis Álvarez 'El Andaluz' y Jesús Cañizares. 

Algunas de las principales anécdotas, fue ver torear a una mujer, Conchita Cintrón, cuando en España aún estaba prohibida la participación del sexo femenino en el mundo del toreo o que el rey Mohamed V, abuelo del actual monarca Mohamed VI, asistió de incógnito a una corrida. 

La independencia del país en 1956 hizo parar el espectáculo y la plaza se cerró hasta el 12 de julio de 1970, cuando nuevos promotores madrileños, los hermanos Lozano, abrieron de nuevo la puertas del coso hasta el 4 de octubre del ese mismo año, con la intervención de ‘El Cordobés’ en la última corrida de esta plaza. 

Con el paso de los años, y tras la independencia de Marruecos en 1956, la plaza de toros de Tánger perdió primero al público de la tauromaquia. Llegó a convertirse posteriormente en un ring de boxeo, una sala de eventos artísticos y culturales y hasta un centro de internamiento de inmigrantes subsaharianos a finales de los ochenta, principios de los noventa del pasado siglo.

Los motivos del cierre nunca han sido revelados, pero se comenta que el difunto rey Hassan II “no soportaba esta carnicería” y por este motivo la arena de Casablanca, construida en los años veinte fue destruida en los años setenta.

También desapareció la plaza de toros de Alhucemas, ciudad fundada por los españoles como Villa Sanjurjo, y que fue inaugurada en los años cincuenta.

Texto: Jesús Cabaleiro