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Sociedad

La iglesia de Mdiq-Rincón recibió al arzobispo de Rabat

La iglesia de San Francisco de Asís de Mdiq (Rincón) acogió en fechas atrás la visita del arzobispo de Rabat, quien también es administrador de la Diócesis de Tánger, el cardenal Cristóbal López Romero.

Su visita fue compartida con la pequeña comunidad cristiana en esta  iglesia dedicada a San Francisco de Asís, que cuenta más de un siglo, ya que fue creada en la etapa del Protectorado español en 1918.

La iglesia es de estilo barroco y sigue abierta al público en el Paseo Marítimo contando con la colaboración de las Hermanas Adoratrices. La localidad de Mdiq-Rincón cuenta con casi 60.000 habitantes.

En la pequeña minoría cristiana se encuentran cuatro o cinco laicos, tres misioneros javerianos y los que se acercan, antes del cierre de la frontera y de la pandemia, algunos provenían de Ceuta, o en el periodo estival cuando venían turistas provenientes de Francia, Italia o lógicamente, España.

El cardenal López Romero, invitó a crear “puentes de amistad con nuestros hermanos musulmanes” llamando “a un diálogo interreligioso”. También recordó la visita del Papa Francisco a Marruecos y su presencia en la catedral de Rabat el 31 de marzo de 2019.

La visita del Papa se produjo al celebrarse el año jubilar por los 800 años de presencia franciscana en Marruecos (16 de enero de 2019-16 de enero de 2020).

La estructura de la Iglesia católica en Marruecos empezó en el siglo XIX. Se inició como prefectura apostólica de Marruecos y se transformó a principios del siglo XX en un Vicariato Apostólico con un obispo. Posteriormente se dividió en dos, uno en el norte que coincidía con el Protectorado español, y otro para el sur, que coincidía con el Protectorado francés.

Luego se llega a la actualidad, las dos circunscripciones o diócesis eclesiásticas, con unos 40 sacerdotes, en Tánger (unos 3.000 fieles) y Rabat (más de 25.000). Una gran parte, son inmigrantes y estudiantes subsaharianos, provenientes de países con pasado y tradición católica, ya establecidos o de paso en Marruecos.

Cáritas y la Delegación Diocesana, en Rabat y Tánger, sostiene el proyecto Kantara (Puente) para migrantes necesitados. Actualmente atiende a unas 10.000 personas anualmente, de ellas unas 7.000 en Tánger.

Fue monseñor Santiago Agrelo, entonces obispo de la diócesis de Tánger, quien constituyó en noviembre de 2011 la Delegación Diocesana de Migraciones (DDM), dedicada exclusivamente a la acogida de las personas migrantes. Su trabajo fue reconocido con el Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2020.

Pero no es sólo lo que se hace con los migrantes subsaharianos; diversos, grupos y parroquias trabajan en el mundo de la salud (incluso como enfermeras en la salud pública), apoyan asociaciones en favor de los discapacitados y establecen obras (una escuela de sordomudos, como Effetah en Tánger) así como centros y casas de acogida para discapacitados profundos o jóvenes embarazadas solteras, organizan guarderías en zonas para atender a menores y familias desfavorecidas, trabajan en la alfabetización y promoción de la mujer, actúan en el mundo rural (cooperativas, perforación de pozos…) y ayudan a quienes no pueden pagar tratamiento o medicamentos.

Texto: Jesús Cabaleiro