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Marruecos inscribe cuatro nuevos lugares en la lista de Patrimonio Islámico

Cuatro lugares marroquíes quedaron registrados en la lista final del Patrimonio Islámico al final de la reunión extraordinaria de la comisión del patrimonio en el mundo islámico, celebrada los pasados días 2 y 3 de diciembre en la Organización Islámica para la educación, ciencia y cultura (Isesco) con sede en Rabat.

Son la mezquita Al-Qarawiyyin o Al-Karaouine (en árabe جامعة القرويين) construida en el 859, siglo IX,  en Fez, la mezquita almohade de Tinmel en el Alto Atlas Occidental, fue construida en 1156 para conmemorar al fundador de la dinastía almohade, Muhámmad ibn Túmart. El edificio renovado en 1990 es una de las dos mezquitas en Marruecos abiertas a los no musulmanes.

También el sitio de Alcazarseguir, entre Tánger y Ceuta así como el oasis de Figuig, de unas 200.000 palmeras (Tazdayt, ‘palmera’ en lengua tamazight ó bereber, símbolo que aparece en el escudo local).

Además, dos sitios del norte, el complejo arqueológico de Lixus, cerca de Larache y el parque nacional de Talassemtane en la provincia de Chefchaouen se agregaron a la lista preliminar de patrimonio del mundo islámico. 

Del mismo modo, también se incluye en esta lista preliminar Mulay Idrís Zerhoun cerca de Mequinez que alberga el santuario del fundador de la dinastía Idrissí, la ciudad de Taza, el monumento funerario de Al Kour en la provincia de El Hajeb, la cueva de Taforalt en la provincia de Uchda, la reserva del árbol de Drago con la denominada rama Ajgal descubierta en 1996 en el anti-Atlas, la ciudad de Casablanca, la cuenca del Oued Non, el parque nacional de Khenifiss y el parque nacional de Dajla.

Previamente la capital marroquí, Rabat, fue inscrita el pasado martes 17 en la lista de patrimonio del mundo islámico tras el 11º Congreso de ministros de Cultura que se celebró en Túnez.

Se trata de  un “reconocimiento del lugar histórico que disfruta Rabat, como herencia humana y un espacio de convivencia, en armonía con las especificidades culturales y paso de civilizaciones que lo hacen una de las capitales africanas, islámicas y mundiales”. 

Texto: Jesús Cabaleiro