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Una iglesia en Barcelona abre para que los musulmanes celebren el Ramadán

La parroquia de Santa Ana en Barcelona abre sus puertas a los musulmanes par que puedan hacer sus oraciones y  tomar gratuitamente el Iftar que rompe el ayuno durante el Ramadán que está a punto de concluir.

La iniciativa pretende que los musulmanes puedan celebrar el Ramadán  por la noche en celebración en estas fechas.

Estas pasadas semanas durante la noche entre 50 y 60 personas, de religión musulmana, muchas de ellas sin hogar, se dirigen a la iglesia gótica de Santa Ana, del siglo XII, en la parte antigua de Barcelona. Los voluntarios les ayudan y les dan comida.

Un inmigrante marroquí, Ibrahim señala: “Todos somos uno, unos son católicos, yo soy musulmán, bueno todos somos hermanos y debemos ayudarnos unos a otros”.

La presidenta de la Asociación de Mujeres marroquíes, Faouzia Chati  solía organizar un desayuno grupal, recordando que el comedor social “comenzó el año pasado con la pandemia” pero para el Ramadán se vieron en la necesidad de buscar un lugar alternativo, con buena ventilación y espacio debido al distanciamiento.

Efectivamente, la iglesia es conocida en la zona centro de Barcelona por su labor social, ya que reparte entre 100 y 200 comidas a personas sin hogar.

“Era una iniciativa de la comunidad musulmana”, informó el responsable de la parroquia de Santa Ana, Peio Sánchez. Según sostiene, la reacción de la gente que vive en la calle ha sido muy positiva, “conocer a personas de distintas religiones es un símbolo de convivencia”.

Faouzia Chati explicó que se ofrecen gratuitamente desayuno, almuerzo y cena a los musulmanes en precariedad o a los mendigos. “Y ahora, los musulmanes, cuando llega el mes de Ramadán, no pueden venir a comer. Entonces, toman el desayuno por la noche”, añadió. Así pueden disfrutar de la harira, la sopa tradicional marroquí con garbanzos y lentejas, en estas fechas.

También expresó que los musulmanes que acuden están satisfechos porque “pueden celebrar el Ramadán en una iglesia católica, las religiones trabajan para unirse y no para separarse”.

Chati lleva 31 años en Barcelona y es conocida por ser la cocinera que organizaba las cenas de Ramadán en el Ateneo del Raval.