Polémica en la rehabilitación de Dar Gnawa en Tánger
Las obras de rehabilitación en Dar Gnawa, la casa histórica de la cultura y música Gnawa en Tánger, siguen paradas después de medio año en que se anunciaron los trabajos. Peor aún, la familia encargada de preservar este centro fue evacuada y teme que la sostenibilidad de este espacio cultural se vea amenazada.
Desde febrero de 2021, el centro histórico cultural Dar Gnawa para la preservación de esta música en Tánger ha sido evacuado para las necesidades de obras de construcción y rehabilitación, dentro de la protección del patrimonio de la ciudad y en especial de su medina.
Pero seis meses después, los trabajos aún no se han iniciado. El referente de la música gnawa, Abdellah El Gourd, de 75 años, vive en el tercer piso con su familia desde 1953 y lleva cuidando el local por más de 30 años. De momento, desalojado, aun no ha recibido ayudado alguna por el alquiler del apartamento que lo alberga temporalmente, a pesar de las promesas que le fueron efectuadas.
Dar Gnawa es un edificio único de estilo morisco de tres pisos construido en la década de 1850, convirtiéndose de hecho, en un centro cultural histórico, el primero reconocido oficialmente en 1980 como dedicado a la celebración y preservación de la música Gnawa.
El propietario, Abdellah El Gourd, al principio, transformó esta sala en un museo musical, lo que asegura la transmisión de los conceptos básicos de la música Gnawa. En 1967, conoció al pianista y destacado jazzista estadounidense, Randy Weston (1926-2018) manteniendo una importante relación personal y musical, donde organizaron giras alrededor del mundo, interpretando temas de fusiones de la música gnawa y el jazz.
Hoy, la sostenibilidad de este espacio histórico está amenazada. Se ha denunciado que "se han quitado las vidrieras y los candelabros de la casa", mientras que el propietario de un edificio adyacente habría "aprovechado esta oportunidad para derribar un balcón y una escalera en el segundo piso de Dar Gnawa, con el objetivo de aumentar parte de la casa”. Ante esta situación, el lugar se benefició del apoyo de una campaña para salvarlo y renovarlo.
El autor de dicha campaña es profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Columbia, Hisham Aidi, que creció en la medina de Tánger, y ve el proceso en curso de rehabilitación del inmueble como una amenaza de destrucción. Recordó: “este edificio es un monumento de la cultura norteafricana y la historia mundial del jazz”, al tiempo que pidió “apoyar los esfuerzos para salvar y renovar Dar Gnawa” mediante la recaudación de fondos.
El investigador ha explicado que la pandemia del coronavirus "ha golpeado muy fuerte a la medina de Tánger", sobre todo con las restricciones de viaje y el encierro que han paralizado el turismo, así como las actividades de los centros culturales.
“En diciembre de 2020, promotores inmobiliarios y funcionarios locales decidieron que el confinamiento sería un momento oportuno para restaurar y renovar edificios en riesgo en la medina”, por lo que Dar Gnawa se incluyó en la lista a rehabilitar.
Pero en los últimos años, el proyecto de rehabilitación de la Medina de Tánger ha sido objeto de debate, ya que es percibido por algunos miembros de la preservación del patrimonio como un ataque a los últimos símbolos culturales de la ciudad del Estrecho, en un contexto de la masiva construcción en la ciudad de las dos últimas décadas.
El presupuesto total de rehabilitación de la medina asciende a 850 millones de dírhams (80,4 millones de euros).
Biografía
Abdellah Boulkier El Gourd, es un músico de renombre mundial nacido en la Kasbah de Tánger en 1947. Se inició en la filosofía gnawa y hoy es uno de sus máximos representantes y embajadores.
En 1967 mientras trabajaba como ingeniero electricista para La Voz de América, conoció al compositor, pianista y músico, Randy Weston (1926-2018) manteniendo una importante relación personal y musical.
Ambos fueron cofundadores en 1980 de Dar Gnawa, con sede en Tánger, situada dentro de la Médina de Tanger, tiene un museo dedicado a esta cultura, un centro de enseñanza para los jóvenes músicos y un club de música.
El Gourd ha participado en el festival Gnawa y músicas del mundo de Esauira además del festival Tanjazz de Tánger, entre otras muchas actuaciones.
Texto: Jesús Cabaleiro