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Literatura

Recuerdo de Ángel Vazquez, único tangerino ganador del Premio Planeta

El tangerino Angel Vázquez fue un hombre atormentado y el principal y más duro crítico de sí mismo, es considerado el último escritor bohemio de la literatura española. Hoy hace 87 años del nacimiento del único escritor tangerino ganador del Premio Planeta. 

Se trata de Antonio Vázquez Molina, conocido por Ángel Vázquez, que murió el 25 de febrero de 1980, en la indigencia, en la pensión situada en el número 98 de la calle Atocha de Madrid que el mismo autor definía como ‘la mansión del conde Drácula’. El editor José Manuel Lara, propietario de la editorial Planeta, pagó su entierro. El Ayuntamiento de Madrid instalará una placa conmemorativa de recuerdo en el portal de la pensión el 23 de junio.

Ángel Vázquez además de un escritor maldito, autodidacta y marginal, fue un novelista genuino y peculiar. Nació el 3 de junio de 1929 en ese Tánger internacional cuyo ambiente  fue exótico y cosmopolita.

A  muy temprana edad, Ángel Vázquez dejó la escuela  y  desde ese momento, su infancia pasó a ser el mundo femenino de su abuela y de su madre, propietaria de una tienda de sombreros muy famosa en la actual calle Siaghine, en la parte antigua de la Medina. Allí pasaría la mayor parte de su tiempo, oyendo las conversaciones de las clientas y empapándose de la haquetía, dialecto de los sefardíes tangerinos.

Según Tomás Calvo Picón, a  los 12 años realizaba obras de teatro en el patio de su casa de Paseo Doctor Cenarro (actual calle Ibn Al Abbar), utilizando como actores y público a sus vecinos, judíos y cristianos del patio, donde vivió hasta 1950 con su madre y abuela.

Este bohemio y maldito escritor cambiaba, cada dos por tres, de empleo –llegó incluso a trabajar en la conocida librería des Colonnes- y en sus ratos libres devoraba incansablemente toda clase de libros, mientras surgía en él una irrefrenable necesidad de expresarse por escrito. Pasó toda su vida  en Tánger, entre tabernas, bares, garitos y por supuesto, bibliotecas.

El Tánger de aquel entonces era también el de Paul y Jane Bowles, Truman Capote, Allen Ginsberg, Tennessee Williams, William Borroughs, Jean Genet… Una tribu de personajes malditos que compartieron ciudad y amistad con Ángel Vázquez.

Este escritor tangerino ha pasado a la historia de la literatura española gracias a su novela ‘La vida perra de Juanita Narboni’, quizá la novela que mejor describe el Tánger internacional, brillante y cosmopolita de los años cuarenta y cincuenta donde llegaron a residir casi 20.000 españoles. La obra, publicada en 1976, pasó desapercibida en un principio a pesar de ser considerada para el Premio de la Crítica, y fue recuperada tras la muerte del autor. El libro, su tercera y última novela, la escribió ya lejos del Tánger que dejó en 1965 tras fallecer su madre y abuela.

Pablo Martínez Zarracina afirma: “Todas las características habituales en los autores malditos -la inadaptación, la ruina económica, la furia, el desplazamiento, la soledad, el alcohol-, coinciden con especial intensidad en la figura del tangerino Ángel Vázquez”

En este contexto, su amigo de la tertulia del café Pilo, situada en la calle Fez de Tánger, Luis Orchevecs Ferensci, dijo a diariocalledeagua: “Vivió solo, murió alcoholizado, olvidado de casi todos sus amigos, por no decir de todos. Su gran obra fue 'La vida perra de Juanita Narboni', novela traducida a varios idiomas, y que nunca pude terminar de leer, se me atragantó…”.

Asimismo el escritor tangerino que para muchos críticos fue “desafortunado y desconocido”, es considerado el último bohemio de las letras españolas. En el mundo periodístico, Ángel Vázquez desarrolló la mayor parte de su carrera en el famoso diario ‘España’ de la época del Tánger internacional, aunque también colaboró con otros medios y revistas.

Luis Orchevecs Ferensci, califica a Ángel Vázquez de  “tímido, complicado, susceptible, alcohólico, homosexual, muy cerrado en sí mismo, acomplejado, genial en ciertos aspectos…un ser aparte.” Y añadió: “su mayor afición era beber”.

Y sobre la obra del escritor tangerino subraya Orchevecs Ferensci: “Su obra no fue extensa, tres novelas y nueve cuentos, quemó dos obras que tenía escritas, la noche antes de morir en Madrid, en la pensión de la calle Atocha donde vivía.”

El peluquero, o mejor dicho la memoria viva de Tánger, Bernardino García Guillén, coincide con las otras afirmaciones sobre el escritor tangerino: “Era una persona sola, callada, no habla casi con nadie, solo venía aquí a cortarse el pelo y se va tranquilamente, he escuchado mucho sobre su vida privada, pero a mí, no me interesa su vida personal, era una buena persona, por lo menos conmigo se portó bien”.

El crítico Carlos Santa Cecilia afirma: “En 1962 Ángel Vázquez gana el Premio Planeta con su novela 'Se enciende y se apaga la luz', para sorpresa de todos, incluido el autor, al que la editorial localiza finalmente en Casablanca y mete en un avión hacia Barcelona (la premiada era otra, pero se descubrió que había sido presentada a varios concursos)“.

Y añade Santa Cecilia: ”A Vázquez el galardón sólo le sirvió para saldar algunas deudas y siguió siendo en Tánger el tipo introvertido al que encargaban llevar unas cartas al correo pero, en el camino, se bebía en los bares el dinero de los sellos, y las tiraba a la alcantarilla”.

La periodista y poeta, Nuria Ruiz Fernández afirma: “Murió solo, quemó su propia obra, no dejó herederos pero los que lo conocemos a través de su obra nos sentimos en deuda con él. Algún día se le dará el sitio que se merece”.

En este sentido, Emilio Sanz de Soto, amigo del escritor y alma de la comunidad española en Tánger, ha recordado en algunos artículos la precaria vida laboral de Ángel Vázquez y su poco peso social: “Era un auténtico don nadie a pesar de haber obtenido el Planeta”.

La directora tangerina Farida Belyazid, adaptó al cine en 2005, 'Juanita Narboni' con la actriz Mariola Fuentes en el papel protagonista. Previamente, se hizo otra adaptación con el título ‘Vida perra’ en 1981, dirigida por Javier Aguirre con Esperanza Roy como protagonista, si bien la acción no se desarrollaba en Tánger.

La editorial Alfar Ixbilia editó en 2011 un cuaderno bilingue de homenaje con tres cuentos de Ángel Vazquez y que incluye un texto del escritor español Juan Goytisolo.

Texto: Abdelkhalak Najmi