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Ecología

Tánger exige la racionalización del consumo de alumbrado público

Activistas  de derechos humanos pidieron encontrar una fórmula adecuada para gestionar el  alumbrado público de Tánger, con base en la racionalización y austeridad, luego de que el proyecto de ley de consumo y mantenimiento subiera a cifras récord que fueron consideradas las más altas a nivel nacional.

Numerosos participantes propusieron un conjunto de medidas y procedimientos que dijeron reducirían el costo de consumo que superó los nueve mil millones de céntimos (90 millones de dírhams, 8.230.000 euros) en el año 2019, y un mantenimiento que alcanzó los 2.300.000.000 millones de céntimos (23 millones de dírhams, 2,1 millones de euros)  según las últimas cifras.

Si bien algunos consideraron que se dio la oportunidad de trabajar en la recuperación de la instalación y gestión por parte del grupo, ya sea directamente o a través de una agencia, otros vieron que la gestión delegada era la forma más adecuada para Tánger, dada la modestia de sus capacidades, sobre una base de que incluía gestión e inversión.

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Mohamed Amhajour,  reveló que se ha completado por primera vez en Tánger un estudio que permitirá el diagnóstico del estado del alumbrado público, indicando que se espera que se complete a fines de 2021 si las cosas siguen al ritmo actual, un marco en el que medir, invertir y estabilizar.

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La factura del alumbrado  ha alcanzado los 90 millones de dírhams (8,2 millones de euros) en 2019 y se espera que esta cifra se supere a finales del actual año 2020, incluyendo a Beni Meqada, mientras  en el resto de la provincia de Tánger, alcanzó los 22.000.000 de dírhams anuales (2 millones de euros) en 2017, y 20.300.000 dírhams  (1,85 millones de euros) en 2018, mientras que el año 2019 alcanzó los 22.900.000 dírhams (2,094 millones de euros) en cuanto al coste anual de mantenimiento en las distintas provincias fuera de Tánger, alcanzó el año 2020 unos 23.000.000 dírhams (2,1 millones de euros).

Según opiniones, el alto coste del consumo del alumbrado público se debe al método elegido por el ‘Programa Gran Tánger’ en iluminación, que amplió su área para incluir las afueras de la ciudad, de una manera descrita con exageraciones por un lado, y la calidad de la iluminación que se calificó como necesaria Y fue en vano, ya que se utilizaron los 250 watios en  lugar de 150 watios.

Tánger incluye unos 100.000 puntos de luz, y la tasa de reparación de una lámpara con cálculo de obras de red y centros de conmutación es de unos 600 dírhams (54,8 euros), y se reparan unos 16.000 puntos de luz anualmente, para el año 2020 se superarán 30.000, según las previsiones del grupo para Tánger.

Se sabe que la empresa especializada en alumbrado público es a la que se confió el expediente, en el marco del ‘Programa Gran Tánger’, que se puso en marcha en 2003, bajo la coordinación del ex gobernador Mohamed Yacoubi, y es una de las grandes nuevas empresas que adquiere la mayor parte de las ofertas en Marruecos, como en Rabat, Salé, Tánger, Tetuán, Castillejos-Fnideq, Rincón-Mdiq, Alhucemas y Marraquech, también se considera que es el único importador de este tipo de equipos de iluminación.

Según los observadores, es posible reducir los gastos en este nivel si se activan estrictos mecanismos de control por parte de los empleados colectivos y la selección de aquellos, con experiencia e integridad, con la aprobación de licitaciones intermedias acompañando la solicitud de propuesta básica especializada en atender la iluminación en barrios populares con equipos eléctricos simples. El trabajo de los empleados del grupo y la puesta en marcha de un taller especializado en reparación de repuestos reparables.

Para reducir el costo de la iluminación, un grupo de los que siguen el expediente destaca la necesidad de trabajar en la sustitución de las lámparas de sodio por lámparas ecológicas LED, en el marco del contrato de compra, evitando la fórmula de "inversión con fines de lucro", fórmula que consideran garantiza el principio de "ganancias" para la empresa y el grupo.

¿Por qué es alta la factura del alumbrado público?

Desde el punto de vista del investigador Hassan Al-Haddad, vicepresidente de la Asociación para la Defensa de los Derechos del Consumidor en la región Tánger-Tetuán, el alto coste de la factura del alumbrado público en Tánger se debe a una serie de razones, la primera de ellas es la expansión que ha conocido la ciudad, debido al proceso de vinculación de unas 10 grandes empresas al área urbana de Tánger, a finales de 2009, además de las nuevas carreteras que se abrieron en el marco del proyecto Gran Tánger, donde más de 100 kilómetros de vías interurbanas, se unen desde las afueras a la ciudad y están decoradas con postes eléctricos, además de dejar el alumbrado público, en algunos casos, abierto durante día y noche sin control y esto profundiza aún más el problema en términos de costo financiero.

Al-Haddad dijo que el sector del alumbrado público ha sido administrado durante años por una empresa privada a través de un contrato aleatorio, ya que se le asignó la tarea de mantenimiento, considerando que el método adoptado por el grupo en Tánger pero agota su presupuesto debido a su alto coste, lo que motiva una pregunta sobre la continua dependencia del grupo de la empresa.

En cuanto al recurso humano de la comunidad urbana, dando seguimiento al respeto de la empresa al convenio, el investigador enfatizó que su falta puede ser considerada entre las razones más importantes del alto coste del alumbrado público, distribuido entre consumo y mantenimiento, ya que la empresa lleva años operando sin ningún concepto o esquema. Las partes de los postes eléctricos requieren un alto mantenimiento cada vez, destacando que hay muchos cuyo coste es muy elevado.

Es interesante otro fenómeno al que se refiere Hassan Al-Haddad, relacionado con la propagación del fenómeno del robo de electricidad a través de los postes de alumbrado público, que aumenta  la factura global, añadiendo que, con un simple recorrido por la mayoría de los mercados cercanos, se descubre la magnitud del robo a la vista de todos sin que el grupo se mueva para detenerlo.

Para superar esta situación, el líder de la Asociación para la Defensa de los Derechos del Consumidor considera que el sector del alumbrado público por su gran importancia  es un sector vital y tiene un vínculo directo con la ciudadanía. Se propone crear un interés autónomo en el expediente de alumbrado público que incluya a técnicos y expertos encargados de elaborar una visión general de cómo abordarlo, es importante, especialmente porque el mundo avanza en la dirección de las energías renovables.

Entre las propuestas que Al-Haddad considera importantes está que el grupo de Tánger implante las luces económicas en las distintas barriadas de la ciudad, indicando que algunas han comenzado a reemplazarlas, destacando la necesidad de activar la policía administrativa mediante la realización de estrictos patrullajes para reducir el fenómeno del robo de electricidad.

Ausencia de un cuaderno de expectativas

El miembro de la oficina ejecutiva de la ‘Fundación Gran Tánger para la Juventud y la Democracia’, Hisham ibn Al-Selk, declara que es difícil hablar de este tema sin el contrato de especificaciones, indicando que incluso si se obtiene, no es suficiente porque el detalle de los términos de referencia, el costo y facilidad que la empresa está administrando está en el libro de posibles supuestos, que suele estar escrito en francés y necesita ser interpretado por especialistas, destacando que la experiencia de la empresa Amandis se mantuvo durante años, en los que las cosas eran ambiguas hasta que se filtraron algunos de los detalles relacionados con el contrato.

El portavoz explicó que el alumbrado público en Tánger es un equipamiento público, es decir, hay colectivos a nivel nacional que cuentan con alumbrado público, pero no equivalen a un equipamiento, en el que solo un interés o técnicos realizan esta función, porque el grupo puede ser pequeño y las capacidades limitadas, especialmente las rurales. En las principales ciudades como Tánger existe un anexo, destacando que el tema se basa en el artículo 83 de la Ley Orgánica 113-14 relativo a las empresas, que afirman que un grupo es el que crea un conjunto de instalaciones, y entre las previstas por ejemplo, se encuentra la instalación de alumbrado público, es decir, que el grupo tiene el poder de creación, luego toma una decisión y tiene autoridad para elegir el método de gestión, y entre las antiguas medidas está la gestión directa con capacidades propias, y también hay una agencia independiente, pero está afiliada al grupo por supuesto, y el grupo de Tánger eligió el modelo de gestión delegada.

El miembro de la ‘Fundación Gran Tánger para la Juventud y la Democracia’ indicó que la instalación de alumbrado público es considerada una de las instalaciones más importantes, en primer lugar porque mejora la calidad de vida en la ciudad y los criterios en los que se confía para evaluar las ciudades grandes y modernas son la calidad del alumbrado público, luego, en segundo lugar, la iluminación contribuye al proceso de estabilización, y contribuye a extinguir una especie de tranquilidad y seguridad en las calles, callejones y caminos.

El portavoz agregó que la medida delegada tiene un conjunto de aspectos positivos, entre ellos que la empresa suele ser internacional y tiene modernas capacidades logísticas y financieras, así también utiliza expertos internacionales ya que utiliza oficinas de estudios internacionales y por lo tanto sus capacidades son mayores que las del grupo, pero por otro lado hay algunos inconvenientes, entre ellos que el coste es elevado, y esto es natural, porque es una empresa con ánimo de lucro y no una empresa ciudadana sin ánimo de lucro, lo que confirma la incapacidad del grupo para gestionar y operar una de sus instalaciones vitales, que es el alumbrado público, con autocapacidad y capacidades externas.

Dramáticamente alto

En cuanto a la espectacular subida del coste del alumbrado público en Tánger, Hisham ibn Salek dijo que esta subida se inició con el proyecto Gran Tánger, que amplió la órbita urbana de la ciudad, por lo que hubo zonas rurales que quedaron anexadas a la órbita urbana, lo que supone dotarlas de agua, postes de luz, etc,

En segundo lugar, se abrieron y construyeron nuevos caminos, carreteras y vías en Tánger, especialmente a nivel de los suburbios de la ciudad, todos ellos equipados con postes de alumbrado, y luego la empresa también utilizó lámparas para este alumbrado que no eran económicas y de baja eficiencia, indicando que, previamente, habían planteado el tema al alcalde de Tánger y sus concejales que reconocieron que las lámparas no son económicas. Son de mala calidad y baja eficiencia, lo que obliga a colocar postes a ambos lados de la carretera con distancias cortas.

En cuanto a los postes de luz utilizados, el ponente consideró que la calidad de su acero es mala, y carece de sostenibilidad y seguridad, especialmente de sus paneles de control.

La crisis financiera impone la racionalización

Ante la asfixiante crisis financiera conocida por el grupo eléctrico en Tánger, se destaca que se ha vuelve imperativo, abordar una política de gestión basada en la austeridad y racionalización de los gastos, incluidos los relacionados con la instalación de alumbrado público, mediante la adopción de un conjunto de medidas y procedimientos, algunos de los cuales están al alcance, y existen medidas para hacerlas en coordinación con las autoridades, pero necesita decisión, coordinación y preparación.

La primera de estas medidas, añade Hisham ibn Salek, es pensar en recuperar la instalación y gestionarla directamente o a través de una agencia, luego, en segundo lugar pensar en rehabilitar los departamentos administrativos encargados de gestionarla, porque una de las ventajas de la medida delegada es trasladar la experiencia a la gestión de la instalación, luego adoptar una política estricta basada en la austeridad, además de reducir el coste de mantenimiento, mediante el uso de mecanismos y equipos de alta calidad con lámparas económicas, luego adoptando la rotación y reduciendo la iluminación en carriles y caminos que no son de un gran uso.

¡El programa ‘Gran Tánger’ es la causa!

En cuanto a Mohamed Ghailan Al-Ghazwani, responsable del equipo del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) del Consejo Colectivo de Tánger, consideró que el alto coste del alumbrado público, que llegó al límite de los cien millones de dírhams (9,14 millones de euros), es algo natural ante el aumento de puntos de luz que trajo el ‘Proyecto Gran Tánger’, indicando que no se tuvo plenamente en cuenta la cuidada elaboración del presupuesto y su capacidad para realizar el consumo de la enorme cantidad de puntos de luz añadidos, que superaron los 90.000 puntos, sumando que el coste de mantenimiento, que ascendió a 20 millones (1,82 millones de euros), se enmarca en el mismo contexto que se mencionó anteriormente.

Y consideró que al no tener en cuenta el equilibrio entre la capacidad financiera y la creación de gastos y obligaciones, sin establecer un programa de inversión claro para cubrir estos gastos, las finanzas del grupo se encaminan hacia la quiebra y el déficit real de balance.

El líder del Partido Autenticidad y Modernidad agregó que a través de un cuidadoso diagnóstico de los datos financieros y la incapacidad de la empresa de desarrollo local que gestiona este sector en la ciudad del Estrecho, y el fracaso de esta experiencia, también en muchas ciudades llevaron al estado marroquí a pensar en una solución a través del esquema de eficiencia energética. Habría que invertir en este campo a través de empresas especializadas con competencias profesionales y experiencia global, y adoptando un sistema de gestión delegada, basado en acuerdos a largo y medio plazo, para reducir el coste de consumo y mantenimiento de forma conjunta.

Mohamed Ghailan concluyó su argumento diciendo que todo esto solo se logrará diseñando gestores de alumbrado público y cambiando la anticuada infraestructura existente, lo que contribuye en gran medida al aumento de los costes de mantenimiento, así como adoptando lámparas LED y otras medidas que serían organizados en el contrato.

Respuesta de la ciudad

Por su parte, Mohamed Amhajour, primer teniente de alcalde de Tánger, reveló que se avanza en el marco de la elaboración del contrato para la medida delegada, considerando que el aumento de la factura está vinculado al aumento del número de puntos de luz, que se acercó a los 100.000  puntos en la ciudad.

Se completó un estudio en el que se hizo un diagnóstico del estado del alumbrado público en Tánger, en un momento en el que ni siquiera se conocía el número de puntos de luz, con una posición verificada para cada uno, el tipo de iluminación, la cantidad de consumo por lámpara, y también la calidad de la iluminación según los estándares reconocidos.

El primer teniente de alcalde de Tánger confirmó que si las cosas siguen como estaban previstas, se espera que el marco esté listo para fines de 2021, indicando que el contrato será razonable para la inversión y gestión proporcionando también estabilidad, con un contrato de hasta diez años o más, que será debidamente anunciado. En coordinación y asociación con el Ministerio del Interior, existe la ambición de contar con una empresa especializada en iluminación de acuerdo con unos estándares operativos adecuados.