Dos nuevos e impactantes suicidios en Tánger y Beni Gmil
La región norte marroquí sigue sufriendo un amplio número de suicidios, que en este caso, y en condiciones impactantes se han producido en Tánger y en Beni Gmil, localidad rural de la provincia de Alhucemas.
En el primer caso, una persona se suicidó con un rifle de caza, en un bosque poco concurrido en las afueras de Tánger.
Según diversas fuentes, la persona se apuntó a la cabeza con el rifle de caza provocando la muerte instantánea, lo que además dificultó la identificación de esta persona al quedar desfigurado y destrozado su rostro.
Las mismas fuentes añadieron que el suicida se encontraba cerca de su automóvil Suzuki, con tracción en las cuatro ruedas, y en su interior se encontraban una serie de botellas llenas de gasolina, además de importantes sumas de dinero.
Elementos de la seguridad acudieron al lugar, con el fin de investigar los pormenores del hecho, siendo posteriormente trasladado el cuerpo al depósito de cadáveres para realizar los peritajes necesarios.
Por su parte, en Beni Gmil, municipio de cerca de 10.000 habitantes, en la provincia de Alhucemas, una mujer puso fin a su vida de manera dramática.
Según fuentes locales, la mujer, de 47 años y que era madre de cuatro hijos, fue encontrada muerta, colgada de una cuerda en un árbol, cerca de su casa.
La Gendarmería Real llegó al lugar, donde el cuerpo fue trasladado al depósito de cadáveres del hospital regional de Alhucemas, mientras se abría una investigación para determinar las circunstancias de lo ocurrido.