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Fútbol

Numerosos cambios de entrenadores en las dos divisiones del fútbol marroquí

Desde el inicio de la Primera División marroquí, Botola Pro, se han producido toda una serie de despidos y renuncias de entrenadores convirtiéndose en algo habitual en el fútbol marroquí ya que los malos resultados o un comienzo fallido han sucedido en muchos clubes que han acelerado la salida de sus técnicos.

Cuando aun no ha empezado la novena jornada, el fenómeno del cambio de entrenador ha vuelto a aparecer en la superficie del fútbol marroquí, después de que muchos equipos decidieran separarse de sus técnicos, a menudo tras una sucesión de “resultados negativos”.

En total ya son ya son cuatro entrenadores que han dejado el cargo. El Ittihad Riadi Tánger inició la racha de prescindir de entrenadores, al separarse a principios de la actual temporada de Hilal El-Tair, con el que pudo mantener su puesto en la élite de la Primera División tras la convulsa temporada pasada, para ser sustituido por Omar Najhi.

Actuamente ocupa el puesto 13 de los 16 equipos que forman la Botola Pro con un balance de solo un partido ganado, tres empatados y cuatro perdidos, con un total de seis puntos.

El equipo recién ascendido Renaissance Club Athletic, ‘Nahdat’, de Zemamra (RCAZ) que, en los últimos años tuvo el récord de cambios en el banquillo, no se desvió de la regla al separarse de su entrenador Abdelaziz Karkache que fue fichado en julio y reemplazarlo por Mohamed Amin Benhashem.

También la directiva del equipo Olympique Safi (OCS) tomó la decisión de excluir a su entrenador suecotunecino, Mounir Chebil, de 61 años, tras siete partidos debido a los resultados negativos, que incluyeron una derrota, cinco empates y una victoria, por lo que fue susttuido por el entrenador, Zakaria Aboub de 43 años.

El Club Athletic Youssoufia Berrechid (CAYB), en posiciones de descenso, no tardó en dar el mismo paso al prescindir de Mohamed Al-Kayser, con el que consiguió el ascenso a Primera División, pero tuvo dificultades para encontrar un entrenador que ocupase el puesto, ahora lo entrena Mohamed Guisser.

El contagio del cambio de entrenador no se limitó a los clubes de Primera División, sino que afectó incluso a los equipos de Segunda, ya que la Asociación Deportiva Salé (ASS), actual farolillo rojo, decidió prescindir de su entrenador, Mourad Fallah, después de sólo cinco jornadas, y contrató oficialmente a Abdel Razzaq Khairy, para liderar el equipo en una siguiente etapa.

La misma decisión tomó el equipo Raja Beni Mellal al separarse de su entrenador, Redouane Alali, manteniendo como técnico interino a su asistente Abdelhak Ait Al-Arif, antes de contratar oficialmente a finales de octubre a Mohamed Al-Bekkari, con un contrato profesional que se extiende hasta el final de la actual temporada deportiva.

El Olympique Dcheira sustituyó a su entrenador, Mustafa Ouchrif, por Youssef Achami, para dirigir al equipo, "hasta que se decida el nombre que supervisará el cuerpo técnico”, según informó la dirección del club.

En un intento por corregir la trayectoria del equipo, con la esperanza de escapar de la zona de descenso (ocupa el puesto 13 a dos del descenso), el club Olympique Juribga (OCK) decidió separarse de mutuo acuerdo de Mouloud Moudakkar y contratar a Mounir Jaouani, para dirigir al conjunto durante la actual temporada.

Las razones del cese son muchas, y para muchos directivos, la separación de mutuo acuerdo de los entrenadores, en ambas divisiones, sigue siendo la solución más adecuada cuando los resultados son negativos y aumentan las protestas del público contra el equipo, convirtiendo al entrenador en víctima de su resultados, que determinan su destino, ya sea quedarse o irse.

Sin embargo, resulta irónico que algunos entrenadores abandonen los clubes por la puerta de atrás, por los malos resultados o un limitado rendimiento técnico, y otros busquen ayuda en ellos, con el objetivo de mejorar sus resultados cuando se encuentran en las peores posiciones de la tabla clasificatoria, por lo que algunos pasan de un equipo a otro en una temporada.

Es cierto que las decisión de cambiar de entrenador tiene un impacto significativo, tanto en los clubes como en los jugadores, dado que la diferencia se refleja en la plantilla, pero también puede provocar una disminución de nivel y, por tanto, el daño recae en todo el equipo, por lo que el desarrollo de los clubes puede pasar en ocasiones, por la estabilidad del cuerpo técnico y de la directiva.

Texto: Jesús Cabaleiro