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Ecología

El lobo dorado africano vuelve al Parque Nacional de Alhucemas

El lobo dorado africano ha regresado al Parque Nacional de Alhucemas, en el norte marroquí, después de años de una ausencia casi total, en la que muchos creían que se había extinguido.

Este descubrimiento fue gracias a una minuciosa investigación de campo dirigida por el fotógrafo y biólogo Tariq Kaikai, como parte de un proyecto científico sobre la vida silvestre en la región central del Rif.

Durante años, el lobo dorado africano ha sido motivo de preocupación para los investigadores, en particular por los avistamientos aislados reportados por habitantes locales y agricultores. Estos avistamientos a menudo se atribuyeron a chacales (nombre científico: Canis aureus) debido a su similitud física y la falta de evidencia física concluyente.

El pasado mes de marzo, el investigador del Laboratorio de Biología, Ecología y Genómica de la Facultad de Ciencias de Rabat, Tariq Kaikai, logró documentar la presencia de este raro depredador (nombre científico: Canis lupaster) a través de fotografías nocturnas tomadas dentro del parque, después de pasar dos temporadas completas rastreando sus huellas y restos a lo largo del lado occidental de la reserva.

“Vi una pareja de lobos dorados durante una caminata nocturna cerca del límite occidental del parque, la culminación de meses de trabajo de campo silencioso y meticuloso en un área que había estado prácticamente desprovista de esta especie durante años”, explicó el investigador.

Según Kaikai, un equipo científico había fotografiado previamente un animal similar en 2015, utilizando cámaras trampa y cebo alimenticio, pero no pudieron determinar científicamente su identidad completa, si era un lobo dorado, un chacal o incluso otra especie cercana al lobo gris (Canis lupus).

Pero la nueva documentación, que incluye imágenes del lobo en su hábitat natural, vagando de noche en busca de presas, ha proporcionado a los científicos la primera evidencia sólida de campo de la presencia continua de la especie en la reserva.

El lobo dorado africano, un depredador de tamaño medio, es un elemento fundamental en el equilibrio ecológico del Parque Nacional de Alhucemas, ayudando a regular el número de roedores y conejos salvajes, que podrían tener un impacto negativo si proliferan excesivamente.

También juega un papel en limitar la propagación del jabalí, que está causando cada vez más perturbaciones en las actividades agrícolas y pastorales en aproximadamente 36 aldeas dentro de los límites del parque, según el investigador.

Pero la importancia del lobo dorado se extiende más allá de su papel como regulador ambiental. Los datos recogidos por Kaikai indican su contribución indirecta a la redistribución de ciertas especies vegetales, como la palmera dum o Tebaida, gracias a los desechos de sus excrementos.

Esto contribuye al resurgimiento de esta importante planta, tanto en términos de estabilización del suelo como de apoyo a la variedad de las artesanías tradicionales locales.

El lobo dorado africano está muy bien adaptado al ecosistema del desierto, siendo nativo del norte de África abarcando desde Marruecos a Egipto.

Parque Nacional de Alhucemas

Por su parte, el director del Parque Nacional de Alhucemas, dependiente de la Agencia Nacional de Aguas y Bosques, Souhail Karim confirmó que la renovada detección de esta especie ″es un indicador de la recuperación de la fauna silvestre en el parque, especialmente a la luz de la disminución de la densidad de población en algunas zonas y de la actividad humana, que ha abierto el camino para que el animal salvaje se establezca de nuevo".

Señaló que el Parque, que cubre una amplia área que se extiende entre la costa mediterránea y los bosques del Rif central, ha sido objeto de programas regulares de monitoreo y gestión ambiental durante años, incluyendo un mapeo preciso de las ubicaciones de las especies amenazadas, la rehabilitación de sus hábitats y la protección de puntuales actividades humanas.

Según Karim, el organismo busca implementar una hoja de ruta para proteger las especies en peligro de extinción dentro del Parque, incluido el lobo dorado, que requiere esfuerzos especiales debido a su naturaleza nocturna, comportamiento tímido y distribución dispersa.

Si bien documentar la presencia del lobo dorado es una noticia positiva para los amantes de la vida natural, la supervivencia a largo plazo de esta especie sigue dependiendo de la eficacia de los programas de conservación ambiental y de la participación de las comunidades locales en el mantenimiento de este equilibrio.

"Proteger al lobo dorado no es solo de proteger una especie animal, sino defender toda una red ecológica, desde los depredadores hasta las plantas, el suelo y las comunidades humanas", afirma el investigador Kaikai.

El equipo de investigación espera que este descubrimiento abra la puerta a estudios más amplios sobre la biodiversidad en la región del Rif y fomente iniciativas de educación ambiental y ecoturismo, como alternativas de desarrollo sostenible para los residentes de la región.

El Parque Nacional de Alhucemas está situado en la provicia de Alhucemas y tiene una superficie de 48.460 hectáreas, de las cuales 19.000 son marinas. Limita al sur con la Carretera Nacional 16, conocida como Ruta del Mediterráneo, y alberga unos quince mil habitantes.

Es la reserva natural más grande de la costa mediterránea de Marruecos. Cuenta con un entorno natural que ha estado protegido de la explotación humana a lo largo de la historia. Sus principales características morfológicas son el relieve rural montañoso y los acantilados en la costa. En términos de riqueza animal, la Reserva de Alhucemas es conocida por su abundancia de peces de alta calidad (delfines azules y blancos), además de casi setenta especies de aves.