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La mezquita española de Chauen a la que no acude ningún musulmán

La ‘Mezquita Española’ más conocida como la ‘Mezquita Bouzafar’ (llamada ‘Jemaa Bouzafar’) de la ciudad marroquí de Chauen, fue construida por los españoles pero en ella nunca hubo oración hacia La Meca.

La mezquita se ubicó fuera de las entonces murallas de Chauen, en una colina que domina la ciudad, después de que los españoles entraran en la localidad en 1920. Se construye entre 1928 y 1931, por orden del oficial Osvaldo Fernando Capaz (1894-1936), responsable militar de Chauen desde el 10 de agosto 1926, y que dominaba el idioma árabe.

Está construida en estilo andalusí, con una planta octogonal e inspirada en la Torre del Oro sevillana.

La idea de su creación era pacificar a la población y ganarse su apoyo, dado además el carácter religioso y sagrado que tenía Chauen, tras los primeros años de la presencia española en la localidad (1920 -1924) donde se montaron los campamentos militares para el ejército español.

Ha habido muchas narraciones orales sobre por qué la mezquita española fue definida como ‘Bouzafar’ por los vecinos. La palabra ‘Bouzafar’ en el dialecto local significa ‘dueño de grandes bigotes’ y es el que da origen al nombre que tiene varias procedencias.

Entre ellas, que el militar español, Osvaldo Capaz, que construyó la mezquita, tenía bigotes; otra cuenta que se le atribuye al ingeniero que supervisó y vigiló la construcción y que contaba con gruesos bigotes, y una tercera se refiere al dueño del terreno, que solía comerciar entre Ceuta y Chauen, y también era conocido por su largo bigote, y fue apodado ‘Bouzafar’.

Mientras, otros relatos apuntaban al hecho de que ‘Bouzafar’ es una distorsión de ‘Abu Al-Asafer’, aludiendo al lugar que contaba con diferentes pájaros y huertos.

Hay que aclarar que la construcción de la mezquita por parte española se enmarcaba dentro del contexto de apoyar su estabilidad en el Protectorado con instalaciones administrativas, educativas y religiosas de una manera moderna, con el objetivo de apaciguar a la población y ganarse su respaldo.

A pesar del propósito de acercarse a los habitantes de la ciudad y ganarse su cariño, el resultado fue la negativa de la población local a rezar en ella, ni siquiera un rak’ah, (repetición única de los movimientos prescritos y las súplicas realizadas por los musulmanes como parte de la oración ritual prescrita conocida como salah), lo que sigue hasta el día de hoy.

Los vecinos la boicotearon, y no rezaron en ella, desde su construcción y establecimiento, como expresión de su rechazo a la presencia española en la zona. Había gente de Chauen que creía que la mezquita fue construida con fines de espionaje, dada su situación privilegiada en la que se podía vigilar la localidad. Otra versión es que la mezquita servía para delimitar la zona que controlaban los españoles y así poder sitiar la ciudad. Además  la población no entendía cómo un gobernante español podía construir una mezquita, y lo consideraba una anécdota de la época.

Los residentes después de la guerra civil española llamaron a la mezquita ‘Sidi Walu’ (es decir, nada) debido al boicot y rechazo explícito.

También en el pasado, los padres advertían a sus hijos que no visitaran la ‘Mezquita de los españoles o ‘Bouzafar’, que se fue convirtiendo con el paso de los años en un lugar remoto y aislado mientras se producía el abandono del edificio de la mezquita.

En 2007, se restauró la mezquita con ayuda española y de la Cámara Urbana (Ayuntamiento) de Chauen. Además de pavimentar el camino de acceso, se colocaron unos bancos lo que, poco a poco, la acercó al turismo. Antes de su restauración se encontraba prácticamente en ruinas.

La mezquita española sigue cerrada a pesar de su restauración y algunos vecinos exigieron su reapertura. Sin embargo, su reducido tamaño y la ausencia de instalaciones adecuadas, a lo que hay que añadir el secular rechazo, hace que muchos no la consideren como una mezquita más de Chauen.

De momento, la mezquita se ha convertido en una atracción turística en Chauen, en especial para los españoles que se  acercan conociendo su historia y visitan la ciudad azul. Su importancia radica en su privilegiada ubicación, a través de la cual se puede ver toda la localidad.

La zona donde se encuentra mantiene una calma e impresionante belleza, donde los que acuden, disfrutan del atardecer desde lo alto de la colina y toman vistas y fotos panorámicas de la ciudad azul, mientras, en silencio, observan la llamada mezquita de los españoles donde ningún musulmán realizó sus oraciones ni hubo jamás desde su minarete llamadas a la oración.

A Mezquita

Por último, y como curiosidad, en España también hay una Mezquita Española. Existe una localidad, A Mezquita, en la provincia de Ourense, fronteriza con Portugal y la provincia de Zamora, y con poco más de mil habitantes.

Hay dos teorías sobre el nombre, la primera es que  procede de un término gallego que se refiere a una planta, una flor llamada así, ‘a mesquita’, mientras que la otra es que habría existido un templo mozárabe en la zona tras instalarse población expulsada de algunas ciudades de Castilla.

Precisamente se conoce y está documentada la presencia de caballeros templarios que defendían la ruta mozárabe xacobea. Posteriormente la localidad se vio inmersa en las guerras de Portugal, su carácter fronterizo se observa en su escudo formado por dos llaves dispuestas en aspas resaltadas con un candado con un fondo azul.

Texto: Jesús Cabaleiro