El cine Alcázar de Tánger abre sus puertas tras las obras de rehabilitación
El histórico Cine Alcázar de Tánger cuenta con una nueva imagen tras las obras de rehabilitación que se desarrollaron en el marco del programa de valorización del llamado ‘Gran Tánger’.
La histórica sala de cine Alcázar, ubicada en el casco antiguo de Tánger, tras unas obras de rehabilitación y reforma, recuperó su tradicional estética.
Los trabajos de acondicionamiento y rehabilitación incluyeron la restauración del edificio, la fachada, la sala principal de exposiciones y la adquisición de modernos equipos para la exhibición de películas, además de destinar un lugar para exhibir máquinas cinematográficas antiguas y afiches de importantes cintas internacionales que se muestran en el pasillo.
El coste total del proyecto ascendió a 8 millones de dírhams (739.204 euros), ya que el edificio fue rehabilitado y dotado de tecnologías muy modernas en el campo de la imagen y sonido. El proyecto pretende atraer al espectador de Tánger al séptimo arte y transformar la sala en un cine de barrio, especialmente para los jóvenes de la medina.
La restauración viene como consecuencia del convenio de colaboración entre la wilaya de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas, el Ministerio de Juventud, Cultura y Comunicación, el Consejo de la Comunidad Urbana (Ayuntamiento) de Tánger y la Asociación Cinematográfica ‘Tánger Film’, que permitió la complementación, equipamiento, gestión y revitalización del cine Alcázar.
Este acuerdo se enmarca en el plan de rehabilitación de un conjunto de salas de cine en las medinas de varias ciudades marroquíes, por lo que se llevaron a cabo las obras de reparación y restauración, en el marco del proyecto de reestructuración de la medina de Tánger.
La propuesta de recuperar esta histórica sala se realizó durante la inauguración del Festival Nacional de Cine de Tánger en 2010 por parte del entonces director del Centro de Cine Marroquí (CCM), el tangerino Noureddine Sail (1947-2020).
El Cine Alcázar así se ha revalorizado como un monumento histórico muy importante., dentro del programa de rehabilitación y valorización del casco antiguo de Tánger. Hay que recordar que hace tan solo tres años atrás se había convertido en un auténtico vertedero lo que motivó las quejas ciudadanas.
Por su parte, la presidenta de la Asociación ‘Tánger Film’, Souad Rahmouni, consideró que el cine Alcázar volvió a la vida gracias al esfuerzo de un grupo de instituciones, encabezado por la wilaya de la región, el Ministerio de Cultura, la Agencia para la Revitalización y el Desarrollo de las Provincias del Norte y la Comunidad de Tánger.
Además añadió: "A través de un programa educativo y social integrado, la asociación trabajará para restaurar la audiencia a la sala, con un enfoque en los niños pequeños y jóvenes para que puedan ingresar al mundo del cine, desarrollar su conciencia de la imagen y darles un sentido artístico a través del cine”.
Del mismo modo, Tánger Film “también pretende destinar una programación de cine internacional, árabe y marroquí, con el objetivo de restaurar la posición de la sala como centro de radiación cinematográfica en Tánger y la región”.
Historia
El cine Alcázar se encuentra a unas decenas de metros de la plaza 9 de abril (Plaza del Gran Zoco, junto al mercado Al Barani) en la calle Italia, que va desde Bab Al-Fahs hasta la entrada de la Medina.
La sala Alcázar se creó en abril de 1913, siendo una de las tres más antiguas de la ciudad del Estrecho, creada en la etapa del Tánger Internacional como un pequeño teatro, con el estreno de pequeñas piezas, bajo la dirección de Antonio Gallego, para luego en 1917 convertirse en una sala de cine y teatro.
La sala se estableció como teatro bajo el actual nombre en una pequeña casa techada, ubicada sobre vía telegráfica. Su estructura interna se instaló a base de columnas y paneles de madera, luego fue reformado con piedras y se añadió un nuevo piso superior al edificio.
Inicialmente era propiedad de una familia judía, Buzaglo, que es considerada una de las más conocidas que vivían en Tánger. Posteriormente, en 1945, lo compró otro empresario judío tangerino, Momen Cohen.
Pocos años más tarde el Alcázar se transformó en una de las importantes salas de cine en español, donde se reciben espectáculos internacionales y nacionales así como las mejores películas. Fue una de las salas más populares de la ciudad cuando el apogeo del Tánger internacional. Con sus letras rojas en la fachada, tenía un aforo de 700 personas.
Otros cines históricos de Tánger fueron el Capitol, hoy un centro comercial, y el American Cinema.
El cine Alcázar puede considerarse una sala pequeña en realidad, pero su estatus es mayor que su tamaño, ya que conserva la imaginación y memoria de un lugar mágico para los tangerinos y de todos los que vivieron y pasaron por la ciudad del Estrecho.
Texto: Jesús Cabaleiro