El TGV marroquí ya está en marcha
El Tren de Alta Velocidad (TGV, siglas en francés) de Marruecos inició su andadura el pasado jueves 15 de noviembre en un acto que contó con la presencia del presidente francés, Enmanuel Macron y el rey Mohamed VI.
Se prevé que a partir de finales de noviembre empezará a funcionar regularmente. Los trenes TGV contarán con una capacidad para 532 personas, divididos en siete coches de viajeros (dos de primera clase, el resto de segunda), más un coche restaurante y dos cabezas tractoras.
Los precios varían con un máximo de 364 dirhams el trayecto total en primera clase, y 79 dirhams hasta Kenitra. En total los precios fluctúan de 100 a 300 dirhams.
En principio, recorre el tramo Tánger-Kenitra hasta a 300 kilómetros hora para luego bajar la velocidad a 180 kilómetros. Se prevé que la distancia Casablanca-Tánger de 340 kilómetros se haga en 2 horas y 15 minutos frente a las cinco horas actuales y el Tánger-Kenitra en apenas una hora y diez minutos.
Tendrá seis trayectos diarios entre cuatro estaciones que han sido reformadas convenientemente: Tánger, Kenitra, Rabat-Agdal y Casablanca-pasajeros. Las previsiones apuntan que de los tres millones de pasajeros anuales en los actuales trayectos se duplicará a seis millones.
El proyecto de TGV, iniciado en 2011, ha acumulado un retraso de casi tres años ya que estaba previsto entrara en funcionamiento en 2015 e incluso con las nuevas previsiones mantiene el retraso ya que se anunció a primeros de este año 2018.
El TGV de Marruecos se basa en el modelo que circula en Francia desde 1996, pero en este caso se ha adaptado a las condiciones del país africano.
En cuanto a la financiación de este ambicioso proyecto, tiene una inversión global de 22.900 millones de dírhams (2.100 millones de euros), con una participación de Francia por valor de 50%, países del Golfo un 25% mientras que el 25% restante es financiado por la Fundación Hassan II y el presupuesto del estado anual previsto al respecto.
La Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) es quien ha aportado la inversión final con un préstamo de 80 millones de euros (más de 810 millones de dirhams). También numerosas empresas francesas han colaborado.
Respecto a los puestos de trabajo ha generado 1500 directos y 800 indirectos.
El nombre del TGV lleva el nombre de Al Buraq (árabe: البراق, literalmente rayo, caballo alado que aparece en la tradición islámica, en el Corán).
Texto: Jesús Cabaleiro