Diario Calle de Agua

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Salud

Graves problemas sanitarios en los hospitales de Tetuán y Chauen

Las instituciones sanitarias de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas sufren el deterioro de los servicios de salud con la interrupción de muchas operaciones médicas, lo que profundiza el sufrimiento de los pacientes mientras aumenta el nivel de hacinamiento y la duración de las consultas médicas.

En el Hospital Regional Sania Ramel de Tetuán prevalece la congestión debido al retraso en la distribución y manutención. Así, se pide acelerar la resolución del hacinamiento reinante y resolver los problemas de interrupción del suministro de medicamentos a los ancianos y niños con enfermedades crónicas.

Por su parte, el Hospital Regional Mohamed V de Chauen sufre la ausencia de un médico especialista en anestesia y reanimación, lo que obliga a los pacientes a trasladarse a otros hospitales.

Chauen, al igual que muchas comunidades rurales circundantes, se encuentra también en un estado de congestión debido a la continua ausencia del citado anestesiólogo así como un médico reanimador. Esta situación dificulta la realización de cirugías y tratamientos médicos necesarios que requieren anestesia, lo que ha desatado el enfado de los vecinos.

Las mujeres embarazadas enfrentan dificultades para obtener atención, ya que son remitidas al Hospital Sania Ramel de Tetuán.

Por otra parte, las tasas de hacinamiento aumentaron en el hospital Mohamed VI de Rincón (M'diq) ya que se produjeron repetidos enfrentamientos entre pacientes, personal médico y guardias privados de seguridad, que en ocasiones requirieron la intervención de las autoridades estatales de las fuerzas de seguridad.

Ante esta crisis, varios activistas sociales, preocupados por el deterioro del sector de la salud pública, pidieron una intervención rápida y urgente para reanudar los trabajos en las instituciones sanitarias, para que brinden sus servicios a quienes realmente los necesitan, especialmente en áreas rurales y alejadas.

Estas quejas en un momento en el que los ciudadanos esperan con interés las intenciones del nuevo ministro de Salud y Protección Social, Amine Tahraoui, (que sustituye al nefasto y polémico Khaled Ait Taleb) para comprobar si se embarca en reformas integrales para solucionar los problemas de los pacientes, reducir la duración de las citas y fortalecer los recursos humanos, además de proporcionar el equipamiento necesario, reduciendo los exorbitantes costes financieros del tratamiento en el sector privado que aumenta sus beneficios.

Texto: Jesús Cabaleiro