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Cultura

La entrada del zoco semanal de Al Aroui inscrita en el patrimonio nacional marroquí

La puerta de entrada al zoco semanal de la localidad de Al Aroui –conocida en España como Monte Arruit- se ha inscrito por parte del Ministerio de Cultura marroquí en la lista del patrimonio nacional siendo calificada como “una joya arquitectónica” por el propio ministerio en una declaración oficial.

Asi, se especifica que se trata del reconocimiento de un espacio “de la memoria histórica local” que sirvió de lugar de reunión de la tribu bereber Ait Bouyahya y otras tribus.

La iniciativa se enmarca dentro de la estrategia del Ministerio de Cultura dirigida a la rehabilitación del patrimonio nacional marroquí.

Se da la circunstancia que la entrada del zoco es de origen español. Se trata de una puerta de entrada del antiguo fuerte militar, construido por los españoles que dio origen a la localidad. Se conservan parte de los antiguos cuarteles destinados a las tropas nativas construidos después de 1921.

Al Aroui es una villa de casi 50.000 habitantes a unos 30 kilómetros al sur de Melilla. Muy cerca se encuentra el aeropuerto internacional de Nador.

La matanza de Monte Arruit

La localidad es muy conocida en la historiografía española por lo acontecido en 1921 durante la guerra del Rif en la época del Protectorado español.

Los hechos sucedieron tras el llamado desastre de Annual, el general Felipe Navarro (1862-1936) se refugió el 29 de julio en Monte Arruit donde quedó cercado esperando una ayuda militar desde Melilla que nunca llegó.

El fuerte militar fue asediado hasta el 9 de agosto. Las tropas españolas contaban con escasas provisiones y municiones y sin apenas agua lo que motivó la rendición si bien dejando antes su armamento.

Pero lo que se produjo fue una auténtica matanza por parte de las fuerzas del caudillo rifeño Abdelkrim (1882-1963) traicionando el acuerdo y aprovechando la indefensión de los españoles. Se calcula que fueron asesinados unos 3.000 españoles.

Tan solo se libraron 60 oficiales, entre ellos el propio general Navarro, que no fue liberado hasta el pago de un rescate en 1923.

Cuando dos meses más tarde, los españoles reconquistan, con ayuda francesa, la posición, hallan el horrible espectáculo de cientos de cadáveres de soldados españoles, insepultos y horriblemente mutilados. Una parte de ellos fue trasladado a Melilla en 1956 donde reposan en el Panteón de los Héroes con una placa que les recuerda. 

Texto: Jesús Cabaleiro