Protestas políticas y sociales ante el grave deterioro del hospital Sania Ramel de Tetuán
Los servicios de salud del Hospital Regional Sania Ramel de Tetuán están asistiendo a una situación de deterioro que ha suscitado el descontento de los vecinos y de representantes políticos y civiles, debido a la aguda escasez de personal médico y de especialidades.
Además se denuncia la ausencia de algunos medicamentos básicos y equipamientos necesarios, lo que ha exacerbado el sufrimiento de los pacientes que se encuentran ante una asfixiante crisis sanitaria.
El deterioro de la situación que vive el Hospital Regional Sania Ramel de Tetuán se debe a la grave escasez de personal médico, además de la escasez de equipos y medicamentos, que aumenta el sufrimiento de los pacientes que se desplazan desde varias localidades vecinas, como M'diq (Rincón), Fnideq (Castillejos), Chauen y Uezán.
El hospital sufre una escasez de medicamentos, lo que le impide satisfacer las necesidades de los pacientes como es necesario. También se sufre la escasez de personal en varias especialidades vitales, en particular pediatría, enfermedades cardiovasculares y neurología, además de cirugía general y cirugía de oído, nariz y garganta (otorrinolaringología).
El diputado del Partido Istiqlal (PI), Monseff Toub envió una pregunta escrita al ministro de Salud y Protección Social, Amine Tahraoui, preguntando por esta situación que se ha convertido en una constante fuente de preocupación y enfado entre los ciudadanos.
El parlamentario destacó que la ausencia de especialidades provoca retrasos en los tratamientos necesarios para los pacientes, obligándolos a acudir a otros hospitales o recurrir al sector privado, lo que constituye una pesada carga financiera para los secotres más pobres.
En este sentido, Toub pidió al ministro que desvele las medidas urgentes que el ministerio pretende tomar para mejorar los servicios de salud en el hospital tetuaní, fortaleciendo los recursos humanos médicos y el equipamiento necesario, para garantizar la disponibilidad de medicamentos básicos para aliviar el sufrimiento de los pacientes.
Esta situación vuelve a poner en primer plano el debate sobre la calidad de los servicios de salud en los hospitales públicos marroquíes y el alcance de la capacidad del sector sanitario para satisfacer las necesidades de los ciudadanos, especialmente a la luz de la creciente presión sobre las instituciones regionales de salud que sufren de recursos limitados y equipos deficientes.
Protestas del PPS
Por su parte el Partido del Progreso y Socialismo (PPS) en Tetuán realizó un comunicado emitido por su oficina regional en Tetuán, donde expresa su profunda preocupación por esta situación en el hospital, que calificó de “peligrosa”, advirtiendo de sus repercusiones humanitarias y sociales sobre la población.
Además subrayan que la crisis sanitaria no se limita sólo a Tetuán, sino que se extiende a los ciudadanos de las provincias y prefecturas vecinas que dependen del hospital Sania Ramel ante la falta de alternativas sanitarias adecuadas.
El PPS pidió al Ministerio de Sanidad y a las autoridades que intervengan inmediatamente para cubrir la escasez de personal médico y de enfermería, y que proporcionen los medicamentos y equipos necesarios para garantizar la continuidad de los servicios sanitarios.
También pidió acelerar la ejecución del proyecto de reforma del Hospital Regional de Tetuán, ya que es una necesidad urgente proporcionar servicios sanitarios justos y equitativos.
El PPS también destacó la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo del personal sanitario y proporcionarles un entorno adecuado, garantizando la prestación de servicios de calidad que respeten la dignidad de los pacientes. En este contexto, hizo un llamamiento a todas las fuerzas ciudadanas, incluidos partidos, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, a unir esfuerzos y ejercer presión pacífica para exigir el derecho y acceso a servicios de salud pública justos y dignos.
El Partido del Progreso y el Socialismo tetuaní afirmó su compromiso de defender los derechos básicos de salud de los ciudadanos, responsabilizando plenamente a las autoridades responsables de cualquier deterioro adicional que pueda experimentar el sistema de salud en la región, destacando su lucha hasta que se logren las demandas legítimas de la población.