La recuperación del hospital Ben Karrich de Tetuán llega al Parlamento de Rabat
El expediente del fallido proyecto de rehabilitación del hospital Ben Karrich de Tetuán, ha suscitado una gran polémica en el Parlamento de Rabat, además de la protesta de muchos pacientes por el retraso en la apertura de la institución hospitalaria.
La operación de inicial reforma pasó, del mantenimiento a la demolición y reconstrucción, en base a los informes técnicos realizados. Los estudios mostraron que la estructura del hospital estaba muy deteriorada, por lo que no podía soportar reparaciones, ni trabajos de acondicionamiento..
Así, se tomó la decisión de reconstruir nuevamente este centro hospitalario y ampliarlo a 80 plazas, en lugar de rehabilitar el edificio existente.
Este centro hospitalario prestaba servicios especiales para el tratamiento de las enfermedades respiratorias y tuberculosis, y en su época tenía una capacidad de 314 camas. Primero se decidió demolerlo y reconstruirlo según los estándares requeridos.
Entonces, el ministro de Salud y Protección Social, Khaled Ait Taleb, confirmó durante diciembre de 2021 que el motivo del retraso en ls obras del hospital se debía a la finalización de un acuerdo entre las instituciones interesadas. Pero tras el anuncio del acuerdo hace aproximadamente dos años la situación sigue siendo la misma.
La restauración del Hospital Ben Karrich contaba con la contribución de la Agencia de Rehabilitación y Desarrollo del Norte, la Consejería de Sanidad y Protección Social y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, con un coste de más de 45 millones de dírhams (4,1 millones de euros), y el plazo de ejecución era de 18 meses.
La idea era proporcionar una capacidad de hasta 80 camas.
Durante su etapa, el hospital contribuyó a paliar la saturación en las instituciones hospitalarias públicas de Tetuán del Hospital Regional Saniat Ramel y el resto de hospitales de las localidades de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas.
Además estaba especializado en casos de tórax. enfermedades y personas infectadas con tuberculosis, trabajando equipos médicos especializados brindando servicios de salud de acuerdo con la calidad requerida.
Actualmente, los signos de saturación continúan en todas las instituciones hospitalarias públicas de Tetuán, debido a las huelgas sectoriales y a las protestas de los médicos del sector público ante la enorme escasez de recursos humanos y contra el traslado de sus colegas a la capital, Rabat.
La presión sobre los servicios de urgencia es consecuencia de la ausencia de médicos en los centros de salud urbanos y rurales, por no recordar de que el hospital Saniat Ramel de Tetuán no se beneficia de las plazas anunciadas para su personal, y de la continuación de las escasas medidas para responder a las quejas y protestas de los usuarios y pacientes.
Es de destacar que la apertura del proyecto del Hospital Ben Karrich de Tetuán junto a otros centros sanitarios en obras contribuirían significativamente a aliviar el hacinamiento y hacer frente a la acumulación de citas médicas, así como a intentar reducir los problemas en localidades como Uezán, Chauen y M'diq (Rincón) que derivan pacientes hacia el Hospital Regional Saniat Ramel de Tetuán.
Todo esto provoca las protestas por la falta de calidad de los servicios de salud y el fracaso de los sucesivos gobiernos de Rabat a la hora de reformar el sistema sanitario de manera que afronte sus déficit acumulados desde hace años en la región norte.
Historia
El hospital para el tratamiento de enfermedades respiratorias y tuberculosis fue construido en Ben Karrich, cerca de Tetuán, en 1946, durante el período del Protectorado español del norte de Marruecos.
El hospital tenía una capacidad inicial de 152 camas que con el tiempo aumentó hasta las 314 camas, distribuidas en sus tres plantas.
En su época, ofreció tratamiento médico y clínico a más de 1.400 pacientes.
Se consideraba el único hospital y centro de salud para muchos de los habitantes necesitados de las zonas rurales cercanas a Tetuán, de la que distaba diez kilómetros.
Especialmente estaba dedicado a los enfermos que padecían tuberculosis, ya que su tratamiento requería mantenerlos durante semanas en el hospital de Ben Karrich hasta que se recuperaran, para evitar la transmisión de la infección a sus familiares.
Las monjas que regentaban el centro se ofrecieron como voluntarias para atender a los pacientes en sus distintos departamentos, y continuaron incluso después de la independencia de Marruecos, antes de que decidieran retirarse debido al grave deterioro de las instalaciones, el bajo nivel de servicio y la imposibilidad de trabajar adecuadamente.
Desde entonces el hospital no se ha rehabilitado, ni utilizado, estando pendiente de que finalicen sus obras para su futura puesta en servicio.
Texto: Jesús Cabaleiro