Las dudas e incertidumbre lastran el futuro Museo de la Memoria Judicial de Tetuán
El proyecto de transformación del antiguo Juzgado de Primera Instancia de Tetuán en el ‘Museo de la memoria judicial’ sigue rodeado de dudas y aplazamientos, mientras se espera una respuesta oficial del ministro de Justicia, Abdellatif Ouahbi, sobre los verdaderos motivos del retraso en la adjudicación del contrato público de este proyecto.
En abril de 2021, se firmó un acuerdo para rehabilitar el edificio y convertirlo en museo entre el Ministerio de Justicia y la Fundación Nacional del Museos (FNM). Se anunció la asignación de la antigua sede del Tribunal de Primera Instancia, con sus dos edificios, el área civil y el de delitos menores, para albergar dos museos.
El primer edificio se extiende sobre una superficie de 3.050 metros cuadrados y se preveía que albergara un museo especial dedicado a la memoria histórica y cultural de Tetuán, en sus diversas manifestaciones, en particular en lo que respecta a los documentos históricos.
El objetivo era poner en valor el patrimonio cultural e histórico, así como valorar, recopilar y contar los manuscritos propiedad de las familias tetuaníes con el objetivo de exponerlos públicamente en el espacio museístico.
En cuanto al segundo edificio, con una superficie de 2.680 metros cuadrados, estaba destinado a Museo Nacional de Justicia como memoria nacional en este ámbito.
El proyecto, cuyo objetivo era transformar el edificio en ‘Museo de la Memoria Judicial’, incluía la exhibición de elementos arqueológicos y equipo judicial, así como la vestimenta, equipos y de trabajo para jueces y profesiones judiciales, incluidos abogados, notarios, peritos, traductores y copistas, junto con la exhibición de documentos, manuscritos y cintas documentales relacionadas con el campo de la justicia.
Su propósito era convertirse en un centro que mostrara la historia judicial en Marruecos, contribuyendo a la documentación de la memoria nacional.
El museo debía estar equipado con equipos de última generación para exhibir documentos y manuscritos relacionados con el ámbito de la justicia.
El coste estimado de las obras, anunciado en su día, y que se prolongarían durante un año, 12 meses, ascendía a 15,98 millones de dírhams (1,5 millones de euros), destacando que el proyecto se inscribe en el marco de la reactivación del centro de Tetuán.
El Consejo de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas aportaba aproximadamente 10 millones de dírhams (950.000 euros).
El edificio, dividido en dos partes, está ubicado en la plaza de la Justicia, en el centro, en el Ensanche de Tetuán, data de hace aproximadamente noventa años y se considera un importante hito arquitectónico de estilo andalusí-marroquí.
Los dos edificios fueron construidos en los años 1930 y 1940, con especiales especificaciones de ingeniería, formando parte de la arquitectura marroquí-andalusí, característica de los edificios de las ciudades del norte durante la etapa del Protectorado español (1912-1956).
Además se quería que fuera incluido en el proyecto para la ampliación de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. de la actual medina de Tetuán, (declarada en 1997), incluyendo en la misma al Ensanche, esa parte de la ciudad marroquí, diseñada y construida durante la época del Protectorado español.
Sin embargo, lo cierto es que las obras no comenzaron según lo previsto, lo que ha generado numerosas dudas sobre los motivos del retraso.
Se han suscitado dudas sobre la posibilidad de transferir el proyecto a otra entidad, a pesar de que en reuniones previas se había prometido que se completaría durante el actual mandato.
Mientras se espera una aclaración oficial, persiste la incógnita sobre el destino de este importante proyecto cultural, que se suponía serviría como atractivo cultural para la ciudad de Tetuán.
Por este motivo, el diputado de la región de Tetuán por el Movimiento Democrático y Social (MDS), colaborador de la Unión Constitucional (UC), que además es presidente del Grupo Parlamentario de Amistad Marruecos-Israel de la Cámara de Representante, Noureddine El Harouchi, cuestionó la decisión de cancelar el proyecto, que estaba previsto que fuera el primer museo de este tipo en el país.
En su discurso en el Parlamento, Harouchi exigió formalmente al ministro que aclarara las circunstancias de la suspensión del proyecto, que había suscitado un gran interés entre los actores locales y cargos electos.
Texto: Jesús Cabaleiro