Cuenta la historia que Riad El-Ouchaq, ‘Jardín de los Enamorados’ para los tetuaníes, en su época era un paraíso verde caracterizado por una impresionante naturaleza andalusí, con fuentes, arcos y estanques en cuya agua dulce nadaban peces rojos, amarillos y de otros colores.
En su esplendor narra la leyenda que se acercaban algunos animales como ciervos, aves rapaces y el macaco de Berbería, también denominado mono de Gibraltar.