Las mezquitas marroquíes, arquitectura, historia y patrimonio
Las mezquitas marroquíes se alzan con su riqueza artística e identidad arquitectónica islámica, gracias a los diseños distintivos con antiguas decoraciones y mosaicos únicos, con influencias árabes, amazigh, andalusíes y mediterráneas.
Este lujo y singularidad que distinguen a las mezquitas marroquíes, están en armonía con delicados grabados que otorgan una tranquilidad espiritual. Son una herencia de siglos de influencias que ha distinguido la historia de Marruecos.
Así, estos monumentos religiosos, ricos en un patrimonio, son imposibles de imitar o fabricar excepto por los artesanos marroquíes, que expresan creatividad e irradian belleza.
El concepto arquitectónico de la mezquita difiere entre el pasado y el presente, ya que hay denominaciones como ‘Mezquita’, ‘Gran Mezquita’ o ‘La Gran Mezquita’ al ser considerada, en el pasado, como la única arquitectura religiosa en una ciudad musulmana a menos que hubiera una circunstancia que impusiera la presencia de dos mezquitas.
Lo que distinguía a las mezquitas era que la primera estaba designada para los rezos del viernes además de las cinco oraciones diarias, mientras que otras mezquitas estaban designadas sólo para las cinco oraciones y no tenían un mimbar (en árabe: منبر,) púlpito donde el imán daba el sermón.
Las mezquitas del Occidente islámico, y del Lejano Magreb en particular, eran diferentes de sus homólogas del Oriente islámico. Desde el siglo VI con el surgimiento del imperio almohade (1147-1269) y su capital, Marrakech, tuvo lugar una revolución artística y cultural, se distinguieron los elementos de la arquitectura de las mezquitas marroquíes respecto al resto del mundo islámico.
Durante ese período se confirmó la forma geométrica cuadrada de los minaretes (alminar) conocida en todas las zonas del Occidente islámico, con la incorporación de una construcción no conocida anteriormente, basada en explotar la torre central del citado minarete y colocar habitaciones superpuestas desde la base hasta la plataforma superior de llamada a la oración.
Los avances relacionados con el diseño que presenciaron las mezquitas marroquíes a lo largo del tiempo no estuvieron ajenos otros aspectos relacionados, como la decoración, el grabado en madera y los azulejos (zellige), que reflejaron la prosperidad cultural y económica que caracterizó épocas históricas en Marruecos.
Lo que distingue la arquitectura en Al-Aqsa, Marruecos en particular es la diversidad de su arquitectura y la riqueza de su decoración, lo que le confiere una estética que refleja el origen y ciudad en la que fue construida.
Se considera la influencia cualquier desarrollo histórico del arte en general y del arquitectónico en particular.
La decoración islámica en Marruecos pasó por etapas históricas ligadas al nivel de prosperidad económica, señalando que los gobernantes en Marruecos antes del estado almorávide se preocupaban más por la construcción que por la decoración.
Todas las mezquitas islámicas tienen cinco elementos arquitectónicos básicos: El mihrab (en árabe: محراب, miḥrāb), nicho semicircular u hornacina en la pared de una mezquita indicando la alquibla, es decir, la dirección de la Kaaba en La Meca hacia donde debe dirigirse la oración; el mimbar (púlpito) para los sermones del viernes, los dos sermones del Eid…; la sala de oración; el minarete o alminar para el llamado a la oración desde la altura y el patio que desempeña el papel de ventilar e iluminar la sala de oración.
Es la misma singularidad que indica la especificidad estética y artística marroquí, que refleja la atmósfera espiritual llena de siglos de historia, haciendo que el visitante nunca confunda la identidad de la mezquita marroquí, ya sea antigua o moderna.
Mezquitas destacadas en Marruecos
Según un estudio de una publicación del Magreb las mejores mezquitas de todo Marruecos son:
La mezquita de Al-Qarawiyyin o Al-Karaouine (en árabe جامعة القرويين) en Fez, de finales del siglo IX, patrimonio del mundo islámico.
La mezquita Al Koutubia de Marraquech, hermana de la Giralda de Sevilla, construida entre 1120 y 1196.
La mezquita de Tinmel de siglo XII, de época almohade, ubicada al sur de Marraquech, renovada a partir de 1990, joya del Alto Atlas y que figura en la lista del Patrimonio islámico
La Zaouia Ouzani en Uezán, gran mezquita vinculada al sufismo.
La torre Hassan en Rabat construida en el siglo XII
La mezquita Sentissi en Mulay Idrís, construida en 1939, es cilíndrica y contiene versos del Corán.
La mezquita Lalla Soukaina de Rabat construida en 1989 dedicada a una de las hijas del rey Hassan II (1929-1999).
La mezquita siria de Tánger ubicada en la plaza Al Jamaa Al Arabia (plaza de la Liga Árabe). Se construyó en 1975 por retornados de la guerra en Siria y se distingue especialmente por su minarete de carácter oriental.
La mezquita Hassan II de Casablanca, construida entre 1986 y 1993, junto al Océano Atlántico.
La Gran Mezquita con su alminar octogonal, símbolo de Chauen desde hace siglos, denominada ‘El Masjid El Aadam’.
Texto: Jesús Cabaleiro