Diferentes iglesias en ciudades de Marruecos que pasaron a otro uso
El patrimonio cultural y arquitectónico en Marruecos también tiene ejemplos de iglesias. Numerosas localidades cuentan además de mezquitas, con iglesias y sinagogas.
Actualmente hay diferentes iglesias ya desacralizadas durante las últimas décadas que disponen de otros usos que no son los de culto, varias de ellas muestra del pasado colonial español.
La iglesia de Santa Margarita fue construida en 1920 en estilo neogótico por el arquitecto francés Eugène Lendrat, fundador del barrio Rocas Negras (Roches Noires) al este de Casablanca. La construción se basaba en la iglesia de San Martin de Pau, construida a su vez en 1860 por Émile Boeswillwald (1815-1896) en Pau en el departamento de los Pirineos Atlánticos.
La iglesia de Santa Margarita fue convertida en mezquita en 1981, denominándose mezquita Al Quds (de Jerusalén).
Otra iglesia desacralizada en Casablanca es la de San Antonio, en el distrito de Maarif, hoy centro cultural Zaf-Zaf.
En 1918 se construyó la iglesia franciscana en estilo colonial gracias al padre Buenaventura Cordonnier (fallecido en 1946). En 1929 los franciscanos fueron sustituidos por los salesianos.
La parroquia incluía las zonas de Maârif y su extensión además de, Nid d'Iris, Palmier y Derb Ghalef. En Maârif en esa época se hablaban inicialmente tres lenguas: francés, español e italiano, mientras que el árabe se limitaba al distrito vecino de Derb Ghallef.
También hay que mencionar la iglesia del Sagrado Corazón de Casablanca ubicada en lo que fue Anfa y conocida incorrectamente como Catedral de Casablanca, un nombre inapropiado porque no era una catedral.
Fue construida durante el Protectorado francés entre 1930 y hasta 1953, en estilo neogótico. Tras la independencia de Marruecos, en 1956, dejó de funcionar como iglesia debido a la evacuación de la numerosa colonia francesa, pero por consideración a la religión cristiana, se respetó como templo hasta que se desacralizó en los años setenta para convertirse posteriormente en un centro cultural.
La iglesia del Sagrado Corazón, conocida por su arquitectura única y distintiva, está rodeada por un gran parque público, el Parque de la Liga Árabe.
Fue diseñada por el arquitecto Paul Tournon (1881-1964) en un estilo arquitectónico que combina el neogótico y Art Déco, con un toque de arquitectura islámica marroquí para formar un lugar de culto para la comunidad católica.
Asimismo Tournon también había diseñado dos años antes la Iglesia de San José de L’Ocean en Rabat y realizó el pequeño santuario de Ifrán, entonces estación estival de los colonos franceses.
En la actualidad se convirtió en la Casa de las Artes Touria Jebrane (1952-2020) en alusión a la que fuera actriz y ministra de Cultura (2007-2009), natural de la capital económica marroquí. Es un espacio que acoge exposiciones y eventos culturales.
Finalmente, otra antigua iglesia española, la de San Buenaventura de Casablanca, construída en 1896, situada en la antigua medina, fue cerrada en 1968.
Fue ocupada por familias con dificultades en el acceso a viviendas, ha sido transformada en Casa de Cultura, dentro del amplio proyecto de rehabilitación de la medina de la capital económica de Marruecos.
La iglesia de Santa Bárbara, en Juribga, fue construida en 1917 bajo el Protectorado francés y es es un ejemplo excepcional conservado por la empresa de fosfatos OCP ya ciudad es una prueba del intenso trabajo de sus habitantes en minas y galerías.
Cuenta con una síntesis de las tradiciones arquitectónicas marroquíes, la estética gótica y el Art Déco. Hoy en día, desacralizada, el lugar alberga exposiciones y eventos culturales de la ciudad.
Por su parte, la iglesia de Santa Bárbara de Youssoufia, -localidad de 67.000 habitantes fundada en 1931 por los franceses- quien fue redecorada en 2016 con pintadas multicolores.
Un uso diferente es el de la antigua iglesia española dedicada a San Antonio de Padua, de finales de 1897-98, al lado del puerto de la localidad de El Jadida, entonces Mazagán, cerca de los famosos aljibes, herencia portuguesa.
Tras años de abandono se transformó en hotel de lujo en 2012 bajo el nombre de ‘La Iglesia’ literal, en español con 14 habitaciones. Se ha redecorado estilo años 30.
Protectorado español
En la zona del antiguo Protectorado español se encuentra la iglesia de Martil, construida en los años 1948-49, en estilo neobarroco colonial durante el Protectorado español, por José María Bustinduy Rodríguez, con técnicas de hormigón armado, con amplias bóvedas sobre una planta de cruz latina con nave principal. Luego en 1980 fue abandonada y cerrada al culto.
Las franciscanas Misioneras de María organizan cursos de lengua española y francesa a comienzos de los años noventa. Fue en 1996 cuando se realizan otros cursos y se recupera el edificio, lo restaura y posteriormente le da uso y ya en 2005 se denomina Centro cultural Lerchundi –en alusión al histórico franciscano José María Lerchundi (1836-1896) que vivió en Marruecos a finales del siglo XIX-.
El centro posee una biblioteca universitaria y acoge a estudiantes de diferentes nacionalidades y se imparten cursos de todo tipo, desde idiomas hasta matemáticas. Asimismo ha acogido exposiciones, debates, charlas y representaciones teatrales.
Por su parte, la capilla de la localidad marroquí de Bab Taza se convierte en una galería comercial que albergará tiendas y puestos diversos.
Era la última iglesia de la zona que se remonta a la época del entonces Protectorado español siguiendo el modelo de ermita, casa rectoral y escuela. Era de arquitectura blanca, con cubierta de teja y volúmenes marcados con las construcciones del postfranquismo en ámbitos rurales.
Fue construida entre 1943-44 por el arquitecto de la Dirección General del Protectorado español, Vicente Baztán Pérez (1907-2007). Allí construye el edificio del parque automovilístico de Tetuán.
En época reciente, en los años 90 se sometió a varias obras de restauración albergando encuentros de cristianos de la zona y otras regiones.
Bab Taza es una pequeña localidad, cercana a Chauen, de unos 4.000 habitantes que se encuentra en la ruta Tetuán-Alhucemas.
Texto: Jesús Cabaleiro