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Cultura

Doctor Cenarro, recuerdo en Tánger olvido en Pastrana

La historia del doctor Severo Cenarro Cubedo (1853-1898) está vinculada a Tánger. Estudió Medicina en Zaragoza coincidiendo con el que fuera premio Nobel de Medicina, Santiago Ramón y Cajal (1852-1934).

Médico militar, tras haber pasado por Madrid, Puerto Rico, Cuba, Pamplona y de nuevo Madrid llegó a la legación española en Tánger en 1884 donde estuvo hasta su fallecimiento en 1898, excepto un periodo de cuatro meses que debió ir a la inminente guerra de Cuba de diciembre de 1896 a abril de 1897.

El puesto que ocupaba llevaba asociado el cuidado de la salud del personal diplomático, la asistencia médico-sanitaria gratuita a la creciente colonia española y, además, el cargo de ‘médico consultor’ o ‘médico de Sanidad’ del Consejo Sanitario de Tánger.

Cenarro adoptó medidas, dentro de este último cargo, para evitar la pandemia del cólera de 1885 y más tarde en 1895 debió combatirla, por lo que fue premiado por el sultán Mouley Hassan I (1836-1894).  En este sentido, fue decisivo el protagonismo de la Comisión de  Higiene de Tánger, iniciada entre 1884-1885.

Las calles se limpiaban, las conducciones de agua se saneaban y estaban vigiladas, además los buques que atracaban eran registrados y sus tripulantes y pasajeros inspeccionados sanitariamente.

Trabajó en el hospital español –del que llegó a ser director- creado por los franciscanos en 1888  debido a la iniciativa del padre José Lerchundi (1836-1896). Del mismo modo, colaboró en el centro de formación de médicos marroquíes, ubicado en el hospital español, hasta su muerte, principalmente con la enseñanza en cirugía y seguimiento de los intervenidos. También realizó campañas antivariólicas.

Además de con Lerchundi, colaboró con el médico mayor del Cuerpo de Sanidad Militar, Felipe Óvilo Canales, desde que llegó a Tánger en 1886, quien elogió su labor. Cuando Ovilo se fue destinado a Cuba ejerció la dirección de la Escuela de Medicina desde abril de 1897, cuando volvió de Cuba, ya con problemas graves de salud, hasta su muerte, en enero de 1898.

La primera calle empedrada y arbolada en Tánger llevaba el nombre de Paseo Cenarro, en la zona del Marshan -donde de niño jugaba el escritor Angel Vázquez (1929-1980)- y tiene actualmente un monolito realizado en su día por suscripción popular en la ciudad del Estrecho.

Por el contrario, en su localidad natal, Pastrana, en Guadalajara, recibe el olvido no hay calle ni recuerdo a su nombre, de hecho si alguien consulta a día de hoy la conocida como Wikipedia, ni figura su recuerdo como hijo ilustre de esa villa mientras aparecen nombres que no nacieron allí.

Se da la circunstancia que la localidad alberga los históricos tapices de Pastrana que narran la conquista de Arcila, hoy Asilah, y Tánger en 1471 por las tropas portuguesas del rey Alfonso V (1432-1481). Desde 1950 se conserva y expone en el Museo parroquial de Tapices de Pastrana situado en la antigua Sacristía Mayor de la Colegiata.  Fueron rehabilitados en 2008 en la ciudad belga de Malinas. Por esta intervención la Fundación Carlos de Amberes obtuvo en 2011 el galardón de Europa Nostra en el apartado de conservación.

Polémica actual

Precisamente en Tánger, en los Jardínes de la Mendoubia, cercanos al Gran Zoco o Plaza 9 de abril, donde se ubica el monolito al doctor Cenarro, se ha producido una polémica urbanística ya que pueden ser objeto de una intervención con la creación de un aparcamiento subterráneo. Hay una campaña en contra de esta posible actuación que podría haber empezado sin haberse hecho de forma pública.

Ubicados en la antigua medina forman parte de la historia del Tánger internacional y están reconocidos como monumento. Fueron creados para albergar las oficinas y residencia del Mendoub, representante permanente del Sultán. Los pabellones del edificio albergaron el consulado alemán en 1941.

Texto: Jesús Cabaleiro