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Cultura

Hotel Cecil de Tánger, de la época de lujo a convertirse en vertedero de basura

El proyecto del histórico Hotel Cecil data de alrededor de 1890, fue uno de los primeros de Tánger tras el Hotel Continental, y el primero fuera de la medina, ubicado enfrente de la playa.

Así, fue el primer hotel que se construyó frente al mar, entonces, las aguas del mar llegaban muy cerca de sus escalinatas,  exactamente en la antigua Avenida de España, 11, hoy avenida Mohamed VI. El hotel contaba con una amplia terraza desde la cual se podía contemplar las carreras de caballos en la playa, y estaba dotado de una pérgola donde se celebraban fiesta y bailes.

Se inauguró con el nombre de Hotel ‘Nueva York’ y, tras unas reformas de ampliación, a principios del siglo XX, se cambió como Hotel Cecil. El nombre se remonta a un hotel lujoso de Londres, el Gran Cecil, abierto en 1896 y que era el más grande de la época con 800 habitaciones y ese mismo nombre se propagó a otros hoteles, como Alejandría.

En cuanto a su primer propietario fue un miembro de la comunidad judía, británico, residente en la ciudad, Albert Metzger y posteriormente pasó al propietario del hotel Cecil de Alejandría.

Se caracterizó por su arquitectura europea y su importancia por su apariencia interior y exterior, como símbolo frente a otros establecimientos hoteleros de la ciudad. Se convirtió en uno de los establecimientos más prestigiosos y más lujosos, los propietarios cuidaban los detalles externos de atención, destinado básicamente a turistas ingleses y famosos de la época.

En sus habitaciones se alojaron artistas de cine y del teatro como Douglas Fairbanks (1883-1939), María Guerrero (1867-1928) y el elenco de ‘La Barraca’, de Federico García Lorca (1898-1936). El escritor Cesar González Ruano (1903-1965) lo cita en sus memorias ya que pasó temporadas allí.

Incluso en 1947 se alojó allí el rey Mohamed V (1909-1961) donde desde su balcón disfrutaba de las vistas. Hay que recordar que pronunció en la ciudad su famoso discurso del 9 de abril, donde recogía los anhelos de independencia de Marruecos. Ese mensaje tuvo lugar en lo que los tangerinos siguen llamando Zoco Grande, hoy oficialmente plaza del 9 de abril.

Después se produjo el ocaso de la ciudad internacional, a partir de 1956 y el hotel empezó su decadencia, entrando en fase de ruina que provocó su ocaso y erosión.

Actualmente se encuentra en ruinas, solo se preserva su fachada donde todavía está su nombre aunque muy poco legible, es un edificio abandonado y cubierto totalmente de vegetación, con restos de escombros y montones de basura. Hace una década, en 2011 se produjeron seis heridos al derrumbarse parte del techo.

Así se convirtió en lo que pudo ser y no fue, una atracción para los turistas pero las autoridades responsables no se movieron en esa dirección.

Texto: Jesús Cabaleiro

Foto: Abdelkhalak Najmi