Marocchino, café italiano inspirado en Marruecos
El Marocchino, nacido en Italia, se destaca como una opción elegante y rica en sabor para los amantes del café gourmet.
Se trata de una combinación de un poquito de cacao en polvo, un fuerte toque de espresso, espuma ligera de leche y una segunda pizca espolvoreada de cacao en polvo por encima, en un vaso pequeño, de unos 60 milílitros, brindando una experiencia sensorial única que es perfecta para una pausa.
Aunque este café pertenece a la cocina italiana, su nombre tiene una connotación claramente marroquí.
La palabra ‘Marocchino’ significa “marroquí” en italiano, refiriéndose a un tipo de cuero natural lujoso por el que Marruecos es conocido, caracterizado por su color marrón claro y su textura suave.
El Marocchino, se ha convertido en una bebida popular en Italia, después de su introducción, apareció por primera vez en el bar Carpano (situado cerca de una fábrica de la marca de sombreros de diseño Borsalino) en Alessandria, en el Piamonte.
El sombrero Borsalino tenía una tira de lujoso cuero, que fue muy popular en Europa a partir de la década de 1930, llegando al cine de Hollywood en los 40 y 50, lo que inspiró el nombre de esta bebida, debido a su similitud con el color del cuero marroquí, ya que los operarios paraban a tomar este café en el bar Carpano.
Así, uno de ellos exclamó en dialecto piamontés, ‘ U smea in maruchën ’ (La mancha es marroquí).
Esta conexión simbólica entre el café italiano y los productos tradicionales marroquíes refleja una superposición cultural indirecta, que vincula el gusto europeo con la auténtica artesanía marroquí.
Por otra parte, el Marocchino tiene sus antecedentes en el Bicerin (en piamontés, vaso pequeño) nombre de un café de Turín donde se inició en 1704. La diferencia es que el espresso, leche y chocolate están separados por capas, no mezclados.
El Marocchino cuenta con otros nombres según la zona de Italia, en el sur es conocido como Espressino, en Alba, en el Piamonte, se usa Nutella en vez de chocolate. No hay que confundirlo con el café Moca o Mocachino.
El Marocchino se ha convertido en un competidor del café Cappuccino, que debe su nombre al fraile y sacerdote italiano Marco d'Aviano (1631-1699), cuando en 1683, en Viena, pidió la movilización de los cristianos contra los otomanos, ofreciendo una misa al aire libre, junto al rey Juan III (1629-1696) de Polonia.
Bebió un café en la capital austríaca, que en alemán llamaban Kapuziner, y corrigió su sabor (el café abandonado por los turcos fue suavizado con miel y crema) hasta convertirlo en lo que es ahora, mencionando que su nombre era ‘Cappuccino’, aludiendo a capuccio en italiano, la capucha de los frailes.
Texto: Jesús Cabaleiro