La medina de Tetuán, que fue declarada patrimonio de la humanidad en 1997, está a punto de perder a sus últimos curtidores de piel tras más de cinco siglos de antigüedad.
Junto a la puerta de Bab Ruwah, la que se encuentra junto al Palacio Real de Tetuán, una de las que cuenta la histórica medina, se ubican los puestos de los joyeros, los vendedores de telas y prendas tradicionales en la avenida Mohamed Ben Larbi Torres, con un rótulo bilingüe árabe-español.