En los inicios del siglo XX una empresa alemana, Sarger & Corner había dado inicio a las obras para construir un puerto en condiciones en Tánger.
Con las obras, se ganó terreno al mar surgiendo un amplio terraplén enfrente donde el contratista, que también estaba implicado en las obras del puerto, Adolf Renschhausen, levantó unos bellos edificios en estilo neobarroco alemán en la avenida España.