Los problemas de las denominadas curvas de la muerte, a la altura del punto de Ain Lahcen, a 14 kilómetros de la carretera que une Tetuán con Tánger, ha vuelto a traer la demanda de unir ambas ciudades por autopista.
Esta petición se produce tras los sucesivos accidentes de tráfico que se producen, que han convertido en un punto negro como consecuencia de derrapes, exceso de velocidad o congestión viaria, lo que aumenta el número de víctimas y cuantiosas pérdidas materiales, que incide negativamente en el desarrollo de la zona.