Larache sigue sufriendo problemas en sus monumentos históricos de la etapa española del Protectorado, el último, las actuaciones en el mercado central, en el centro de la ciudad.
Debido a cierta presión mediática y de la sociedad civil, el Ayuntamiento se retractó de su decisión de autorizar la creación de un escaparate para una nueva tienda que hubiera distorsionado la fachada del mercado central. La decisión de las autoridades de detener el derribo de la fachada, fue gracias a los intelectuales y los vecinos de Larache, ya que el proceso modificaba el original.