Los hechos se iniciaron a través de las redes sociales donde ciudadanos y vecinos de Uezán propusieron que a la entrada de la localidad que se instalara en una rotonda un monumento alusivo a la larga tradición y el símbolo que se tiene con el olivo y la aceituna, recordando otras imágenes parecidas en otras ciudades marroquíes.
Los activistas destacaron el desarrollo de la ciudad señalando que el monumento le daría un toque estético a Uezán, y podría ofrecerle un eco mediático y turístico, contribuyendo definitivamente a crear una imagen propia singular y con distinción.