La mítica ciudad del Estrecho, Tánger, fue fuente y escenario para numerosos pintores internacionales. Entre ellos se encontraban dos pintores húngaros Gyula Tornai (1861-1928) e Ignác Ujváry (1860-1927).
Tornai estudió en Viena, Munich y Budapest. Pasó por España, antes de cruzar el Estrecho. Vivió durante diez años en Marruecos, residiendo en Tánger durante un año, entre 1890 y 1891. Se dedicó a temas exóticos y pintó obras que representan la vida en la calle, comerciantes, músicos y harenes. Posteriormente en 1904 visitó Argelia y Túnez.